Eduardo Ibarra Aguirre / 7-VI-19
El presidente de todos los mexicanos, no sólo de los dueños del país, como él insiste en definirse por supuesto que en su propio lenguaje, convocó para el sábado a las 17 horas en Tijuana, Baja California, la ciudad fronteriza más poblada de México, a una concentración “en defensa de la dignidad” de la nación y de “la amistad con el pueblo estadunidense”.
En la mañanera del jueves 6, en la víspera del inicio de la segunda ronda de negociaciones entre las delegaciones de Estados Unidos y México, López Obrador explicó que la convocatoria va dirigida a gobernadores, ministros de la Suprema Corte, dirigentes políticos, sociales, empresariales y religiosos, y a la población en general, para “apoyar también la postura mexicana de buscar una buena relación con el gobierno de Estados Unidos”.
AMLO lanzó la convocatoria mientras está en curso en Washington una negociación entre delegaciones de los dos países, encabezadas por el vicepresidente Mike Pence y el canciller Marcelo Ebrard, por el conflicto disparado por las amenazas arancelarias de Donald Trump, dadas a conocer obsesivamente por la vía de tuits e incluso desde Londres, en presencia de la reina de Gran Bretaña desde 1952, Isabel II, durante una visita de Estado.
De la convocatoria presidencial sin precedente llama la atención que a pesar del optimismo sobre el buen desenlace de las negociaciones que podrían evitar la aplicación de aranceles de 5% a las exportaciones mexicanas con destino a USA y así progresivamente hasta llegar al 25%, AMLO informó que el acto tendrá verificativo en cualesquiera casos, porque será allí donde dará a conocer la postura de su gobierno frente a los reclamos del híper proteccionista presidente estadunidense que por lo menos en el discurso está decidido a darse un balazo en el pie, y llevarse entra las patas a los inversionistas, consumidores y los trabajadores que sus empleos dependen de la relación comercial con México y que tiene una actividad tan intensa en intercambio de mercancías y de cruces fronterizos humanos como ningún otro país en la aldea global.