CARACAS, Venezuela, 5 de marzo de 2019.- El regreso del presidente interino Juan Guaidó a Venezuela parecía incierto, pero resultó un éxito. Aunque muchas fuentes aseguraban que se encontraba en Caracas, tal afirmación correspondía a una «cortina de humo» para desviar la atención sobre su detención. Pero pasadas las 12 del mediodía (hora local), el líder venezolano traspasó el punto de migración -en una imagen se le puede ver sonriendo a un funcionario mientras este comprueba su documentación- sin inconvenientes en el aeropuerto y apareció ante una multitud que le esperaba expectante.
Por las redes sociales se especulaba que el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, ubicado en el estado costero Vargas (centro norte de Venezuela), y cercano a Caracas, estaba repleto de tanquetas de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). Pero ABC pudo constatar que apenas una veintena de funcionarios de la GNB, grupo antimotín de la Policía Nacional Bolivariana y el grupo de exterminio Faes, custodiaban los alrededores de la terminal aérea más importante del país.
Dentro de la zona de desembarque, pocos medios esperaban la llegada de Guaidó. Con recelo, la prensa aguardaba su llegada. Muchos medios de comunicación quedaron embarcados cuando el también presidente del Parlamento venezolano convocó a una caravana presidencial para salir de Caracas rumbo a la ayuda humanitaria que pasaría a Venezuela el pasado 23 de febrero. Una actividad sin éxito que terminó con disturbios en las fronteras venezolanas, con más de 300 heridos y seis muertos. Después emprendió una gira por varios países de Latinoamérica, tras la que ayer regresaba a Venezuela.
Apoyo diplomático
A las 12.20 del mediodía, Guaidó atravesaba la puerta de desembarque. Una multitud le recibió con gritos de júbilo y con orgullo. También se habían trasladado hasta allí los embajadores de Francia, España, Rumanía, Alemania y Países Bajos, entre otros, para escoltarle. «Estamos atendiendo una invitación para acompañar la llegada de Juan Guaidó. Intentando que sea sobre todo una llegada pacífica (...) Nosotros seguimos apostando porque los problemas de Venezuela los resuelvan los venezolanos entre sí de forma acordada y democrática. En ese papel vamos a intentar desde España y desde la UE apoyar para que sea un esfuerzo constructivo», declaró a ABC Jesús Silva Fernández, embajador de España en Venezuela, que permaneció en todo momento junto a Guaidó.
Flanquedo por el cuerpo diplomático y por los medios que daban cobertura, el presidente interino salió al exterior, donde otra multitud le esperaba. Los funcionarios que custodiaban la entrada del aeropuerto no hicieron ningún gesto para detener a Guaidó. Unos uniformados comentaban entre ellos que era conveniente para el joven opositor que quedara detenido, pero no pasó de ahí el comentario.