LOS ANGELES, 25 de febrero de 2019.- Alfonso Cuarón repite gesta en Hollywood. Cinco años después de ganar el Oscar como mejor director por Gravity ha vuelto a subir al escenario del teatro Dolby para recoger la estatuilla por la archiaplaudida Roma. Es el tercer galardón de la noche para este filme, que ha comenzado la gala con diez nominaciones y la acaba con tres premios: el de director, mejor película de habla no inglesa y mejor fotografía.
Cuarón ha recibido la estatuilla de mano del también director, amigo y compatriota Guillermo del Toro. “El cine debe dirigir la mirada donde otros no lo hacen”, ha dicho Cuarón tras agradecer el galardón, destacar la labor del equipo y reivindicar el papel de “las más de 70 millones de mujeres que históricamente han quedado relegadas”, como la protagonista de su Roma, que finalmente no ha recibido el Oscar a mejor actriz, al que optaba.
“Gracias a mi familia, a México y sobretodo, gracias, gracias, gracias”, ha dicho antes de despedirse. En el filme, el cineasta evoca su infancia y rinde un sensible y sentido homenaje a sus orígenes, su infancia y a las mujeres que cuidaron de él.
Considerado uno de los cineastas mexicanos más importantes de su generación, Cuarón empieza a filmar a los doce años, cuando le regalaron su primera cámara y a los 58 años, su filmografía supera ya la quincena de largometrajes. Con Roma, una película de arte y ensayo, rodado en blanco y negro y en español y producida por Netflix, ha cosechado multitud de reconocimientos y premios en Europa y también en Hollywood.