Pedro Echeverría V.
1. En febrero de 1913, siendo presidente Madero y vicepresidente Pino Suárez –ambos después de encabezar una revolución contra la dictadura de Porfirio Díaz y obtener un triunfo electoral abrumador- demostraban cierta inestabilidad porque los exporfiristas, empresarios, latifundistas, militares, realizaban muchos “boicots”; veían amenazadas seriamente sus propiedades porque veían que los campesinos y otras fuerzas de la ciudad se habían contaminado con ideas de liberación. El gobierno de EEUU estaba muy atento y buscaba recuperar muchas ventajas de las que había gozado durante el largo periodo dictatorial de 34 años.
2. Pero Madero no solo sufría por las críticas, protestas, reclamos, de la derecha empresarial muy disgustada, sino que presidente y vicepresidente recibían reclamos del “ala izquierda”, es decir de los seguidores de Emiliano Zapata en toda la región del estado de Morelos, en el sur y de Pascual Orozco en el estado de Chihuahua en el norte. Además en la ciudad de México muchos intelectuales revolucionarios le reclamaban a Madero –muy contaminado con su “espiritismo”- sobre sus indecisiones. El presidente Madero estaba entre dos fuegos: la derecha con el apoyo del ejército y la izquierda –que era el pueblo- que se sentía traicionada.