Este tema por lo general causa
interrogantes como: ¿Lo que determina la riqueza de un país son sus recursos
naturales? O ¿La riqueza de un país ya está otorgada?, antes de responder a
estas preguntas primero tenemos que definir ¿Qué es la pobreza y la riqueza de
un país?
Entendamos que la pobreza es una
situación en la que el estado está imposibilitado económicamente para
satisfacer las necesidades básicas para que su pueblo tenga una vida digna; en
este sentido, se entiende que un país con riqueza es un estado capaz de
satisfacer las necesidades de su pueblo para una vida de calidad.
Ahora bien, las 2 preguntas
anteriores tienen respuesta y afortunadamente la respuesta es que no, porque de
ser así los estados “Pobres” solo tendría dos opciones: Resignarse o esperar un
líder mesiánico que transforme su realidad.
Al pensar y razonar la situación económica del país es imposible no comparar a México con Estados Unidos y cuestionar: si México tiene historia, cultura, metales preciosos, recursos naturales, gastronomía y un sinfín de atributos que en teoría deberían posicionarlo como un país económicamente abundante ¿Por qué no es así? Si la Unión Americana que no cuenta con muchos de esos atributos, es una de las potencias mundiales más importantes, a tal grado que su divisa es la moneda patrón del sistema económico internacional, entonces ¿Por qué si México esta literalmente a lado de Estados Unidos no comparte el mismo destino?
La respuesta a esta pregunta se
resuelve al comprender que la historia de estas naciones son completamente
distintas.Por un lado tenemos en el norte
al territorio de Norteamérica, un territorio que antes de la llegada de los
conquistadores era frío, prácticamente desoldado, despoblado y donde el día a
día era la sobrevivencia, en cambio el territorio de nuestro país contaba con
civilizaciones, cultura y edificaciones que no tenían nada que envidiar a las
ciudades europeas.
Al llegar los conquistadores
ingleses al norte y españoles al centro y Sudamérica se encontraron con dos
mundos por completo distintos y tan poco deseado era el norte del continente que
cuando los ingleses llegaron al territorio que sería “Nueva Inglaterra”, no fue
por elección, sino porque el resto del territorio con abundancia y recursos ya
había sido ocupado.
Tal situación sentó las bases de
un sistema prospero en el territorio de la “Nueva España” de modo que pudieron
replicarse con éxito muchas instituciones que existían en la vieja Europa como
la aristocracia y la burocracia, éstas causaron que se otorgaran benéficos del
estado a unos pocos, creando una élite que obtenía sus riquezas mediante
privilegios y sus buenas relaciones.
Sin embargo con la independencia
de nuestro país, estas costumbre no desaparecieron, si no que persisten hasta
la actualidad, como: Una élite con mucha riqueza basada en sus relaciones y
privilegios, mucha burocracia y una visión de los gobernantes errónea donde el
ascenso al poder es visto como un negocio vez de un medio para servir al
pueblo.
Por otro lado, en Norteamérica
las cosas fueron totalmente distintas, ya que al no contar con recursos para
explotar, no quedaba más que innovar y trabajar, como resultado de esto la
cultura que se fue gestando fue la del trabajo y los negocios, creando un
estado próspero y libre; por lo que en cuanto la corona noto el crecimiento de
estas colonias trato de imponer sus propias reglas y fue cuando se dio el
proceso de independencia, ya que no renunciarían a lo autónomos que eran.
Entendiendo esto podemos deducir
que el desarrollo de un país deriva de lo mucho que estos promueven el
emprendimiento, el ingenio y el trabajo, no en los recursos naturales ni la
explotación de nadie, por eso cuando los políticos dificultan este proceso con
muchos impuestos, mucha burocracia, no promueven la creación de nuevas empresas
y otorgan privilegios a unos pocos, los resultados nunca son favorables.
Existen casos en los que naciones
con problemas económicos modelan a las grandes potencias y transforman su situación,
este proceso que involucra a toda la nación por igual, los países pueden
cambiar su realidad, las prioridades de los gobernantes son lo que determinan
su progreso, México puede ser uno de ellos, el cambio inicia desde adentro,
desde nuestra visión y percepción de las necesidades reales, este país es
enorme y se merece la prosperidad, pero debemos que demostrar que la merecemos.
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