lunes, 17 de junio de 2019

junio 17, 2019
Noelia Marqués*
Un nuevo estudio publicado en Scientific Reports realizado por un equipo liderado por Joseph Holden ha conseguido aportar datos sobre las consecuencias  y la relación directa del cambio climático y la migración.
Al parecer, en los próximos 20 años se producirá un cambio significativo en la agricultura mundial que provocará un impacto positivo especialmente en la región boreal del planeta. Zonas como Canadá, Suecia, Noruega, Finlandia, parte de Estados Unidos e incluso Rusia reducirán sus lluvias de manera considerable y aumentarán las horas de sol, por lo que potenciará la agricultura ampliando su capacidad agrícola hasta un 44%.
Dicho estudio concluye que un 76% de las regiones boreales alcanzarían unas condiciones óptimas para realizar actividades agrícolas. A diferencia de gran parte de Europa, que ganará un clima seco y desértico.
Un 60 % menos de tierra arrocera
Por otro lado, aunque el estudio del equipo de Joseph Holden aporte resultados interesantes y con un aire positivo, sí es cierto que al otro lado del planeta, los gases de efectos invernadero provocarán todo lo contrario.
Así lo publica el segundo estudio en Mitigation and Adaptation Strategies for Global Change. Dichos gases serán los protagonistas principales de que en unos 20-30 años, Colombia vea reducida su tierra cultivable a más de la mitad.
Actualmente, Colombia cuenta con 4,4 millones de hectáreas dedicadas al cultivo del arroz, pero en 2050 se prevé que solo queden 1,8 millones, como consecuencia del cambio climático. Por otro lado, China, el gran productor de arroz, también verá afectadas sus plantaciones y deberá moverse a latitudes más altas para continuar con dicha actividad de cultivo.
Algo que provocaría no solo la nueva adaptación del principal sistema de ingresos de muchos países sino también, los movimientos migratorios a zonas menos hostiles.
A ambos estudios independientes se suman otras conclusiones que desde hace años llevan demostrándose, como el aumento del nivel del mar, que provocaría la migración de aquellas personas que viven en zonas de costa. También, el aumento de cambios drásticos de temperatura provocando situaciones adversas, como inundaciones, tormentas tropicales o meses de extrema sequía, especialmente en zonas como el Pacífico.
En conclusión
En los próximos 20 años, el cambio climático será el principal causante de muchos de los movimientos migratorios del planeta, bien sea por la necesidad de buscar nuevas zonas de cultivo o como un mero instinto de supervivencia ante situaciones climáticas extremas. Aunque ambos estudios aportan datos claros sobre los cambios que sufriremos en los próximos 20 años, no aportan ningún tipo de solución real que pueda ralentizar dichos efectos provocados por el cambio climático.
*Redactora de contenido web @Companias-de-luz.com

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