jueves, 9 de mayo de 2019

mayo 09, 2019
NUEVA YORK, 9 de mayo de 2019.- Otro tiroteo en un centro educativo en Estados Unidos y otro héroe. Frente a la apatía política a la hora de afrontar la epidemia de las armas, sólo los héroes son capaces de hacer algo, incluso perder la vida, para evitar masacres.

Esta vez se llama Kendrick Castillo, de 18 años. Se iba a graduar de bachillerato en la escuela STEM, en Highlands Ranch (Colorado) esta misma semana. Su familia prepara ahora el funeral.

La sombra trágica de Columbine se proyectó esta martes sobre este otra escuela vecina, a una docena escasa de kilómetros. Este abril se cumplió veinte años de esa matanza de Columbine, una de las más citadas por lo que supuso: dos estudiantes entraron armados, abrieron fuego y dejaron a doce compañeros sin vida y a un profesor, antes de suicidarse.

En la STEM, con 1.800 matriculados, de preescolar hasta bachillerato, también hubo dos presuntos pistoleros, ambos detenidos. El balance final se quedó en un fallecido y ocho heridos, gracias a Kendrick, al que después secundaron más compañeros.

Kendrick Castillo, el estudiante y héroe que evitó una masacre en Colorado.

Nui Giasolli, estudiante del último curso, explicó en la NBC que estaban en clase de literatura británica. Un compañero llegó tarde. “Lo próximo que supe de él es que sacó un arma y dijo que no nos moviéramos”, recordó. “Entonces Kendrick se abalanzó sobre él, que le disparó”, confesó. “Nos dio tiempo a protegernos debajo de los pupitres o a echar a correr para huir”, matizó.

También remarcó que otros que ayudaron a Kendrick, que ”son los que nos han permitido reunirnos de nuevo con nuestras familias”, señaló Giasolli, en todo momento al lado de su madre.

Tony Spurlock, sheriff del condado de Douglas, informó que uno de los detenidos responde por Devon Erickson, de 18 años. Erickson es el que entró tarde a la clase de literatura británcia.

Del otro arrestado no se ha dado el nombre al ser menor. En principio el sheriff informó de que, por su aspecto, se trataba de un joven. Sin embargo, luego se corrigió e indicó era una chica. Los conocidos señalaron que en realidad de trataba de una mujer en transición hacia la masculinidad. Llevaban varias armas, según el sheriff, al menos un par de pistola, de las que carecían de edad para su compra. Como conocían bien las instalaciones del recinto, accedieron por una puerta en la que no había instalado un detector de metales. Los detuvieron sin intercambiar fuego.

El tiroteo se registró a la semana de que otro pistolero matara a dos estudiantes en una universidad de Carolina del Norte. Uno de los difuntos se enfrentó al atacante y evitó una masacre mayor. Esto sólo es cosa de héroes. (Francesc Peirón / La Vanguardia)

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