Pedro Echeverría V.
1. Pienso que conocí bien al Róger Aguilar en la política y por su comportamiento en asuntos de dinero, a pesar de haber sido diputado local por el PSUM y haber hecho su campaña por Morena para ganar y obtener la diputación federal, por su historia, pienso que nunca fue capaz de robarse un peso. Siguió en su militancia política un línea recta que consistió en trabajo político permanente, mucha honestidad y disciplina: del PPS lombardista hasta 1965, al PCM prosoviético, al PSUM, al PMS, al PRD hasta Morena. No tuvo ninguna bronca ideológica con maoístas, trotskistas, anarquistas, zapatistas, porque sus tareas las hacía con disciplina y lealtad.
2. En Yucatán, pienso que en las provincias en general –con excepción de Monterrey, Guadalajara, Oaxaca, Morelia- no se llegó a las discusiones políticas, mucho menos a las ideológicas. Pienso que éstas se concentran en la CDMX, particularmente en dos tres facultades de universidades. Róger pensaba que había que ser muy concreto y muy práctico porque las disquisiciones de izquierda y derecha solo retrasaban los movimientos. Así como Róger distribuyó ampliamente el periódico Regeneración de Morena, lo mismo hizo con los periódicos y revistas que bajo la influencia de “los comunistas” se le encargó. Todos éstos le deben a Róger un gran homenaje.
3. Conocí a Róger en 1960, cuando ambos éramos profesores de primaria y sindicalistas. Yo el año anterior había ingresado a la izquierda en la ciudad de México a raíz de la revolución cubana y la huelga ferrocarrilera, pero Róger –dos años mayor que yo- desde años antes, recibía la influencia de su padre (mi respetable Eudaldo) que era un dirigente del PPS de Lombardo Toledano en Yucatán. Desde la Normal Rural de San Diego Tekax, Róger destacaba como dirigente estudiantil y, cuando lo conocí en el café “La Sin Rival” de la 60, continuaba reuniéndose con sus compañeros profesores egresados con él de la Normal. Róger era secretario de Conflictos de una Delegación del SNTE.