VUELO LIMA-ROMA, 22 de enero de 2018.- «Pido perdón si he herido a las víctimas de abusos con mis palabras sobre el caso Barros». El Papa Francisco, respondiendo a las preguntas de los periodistas durante el vuelo de regreso a Roma desde Lima admitió haberse equivocado a la hora de pronunciarse sobre el caso de Juan Barros, el obispo chileno de Osorno, criticado por grupos de fieles en su diócesis que consideran que sabía sobre los abusos sexuales cometidos por su mentor el padre Fernando Karadima y que los encubrió.
Al margen de la misa que celebró el jueves pasado en Iquique, Francisco respondió a la pregunta de una periodista local, afirmando que estaba dispuesto a evaluar «pruebas» sobre Barros si se las presentan y que considera «calumnias» las acusaciones que se han hecho hasta ahora contra el obispo. Estas palabras provocaron fuertes reacciones por parte de las víctimas de abusos en Chile y una declaración de comprensión por parte del cardenal Sean O’Malley. Pero el Papa también se refirió al ya famoso matrimonio que bendijo durante el vuelo. Y defendió su decisión explicando que los dos esposos estaban bien preparados, que habían seguido los cursos prematrimoniales y que se habían acercado al sacramento de la penitencia. Francisco, además, dijo que el viaje que acaba de concluir había sido un viaje «pasteurizado», como la leche, porque se pasó del calor al frío, atravesando varios climas.
Usted, el primer día en Chile, lanzó un mensaje duro en contra de los abusos contra los menores de edad. Pero después hizo aquella declaración sobre el obispo Barros, refiriéndose a “calumnias”. ¿Por qué le cree más a Barros que a las víctimas?
Comprendo la pregunta perfecto. Sobre Barros hice una sola declaración. Yo hable en Chile, y eso fue en Iquique, al final. Hablé dos veces sobre los abusos, con muchas fuerzas, delante del gobierno, que era hablar delante de la patria, y en la catedral con los sacerdotes. Lo que dije a los sacerdotes es lo que yo siento más profundamente respecto a este caso. Saben que empezó el Papa Benedicto con tolerancia cero, y yo seguí con tolerancia cero. Después de 5 años de Pontificado, no he firmado un permiso de gracia. En los casos de quite de estado clerical, es definitiva la sentencia en primera instancia. La persona condenada, tiene derecho a apelar, al tribunal de segunda instancia. El tribunal sabe que si hay pruebas claras de abuso, no se puede apelar la sentencia, pero si el procedimeinto. Si el segundo tribunal es claro, a la persona le queda solo una instancia, apelar a la gracia del Papa. En cinco años, habré recibido 20 o 25 casos. Solamente en un caso, una apelación de sentencia. Me encontré con dos sentencias, una muy seria de la diócesis, y una del CDF, que era la mas dura. La de la diócesis era muy seria, y muy condicionada, que decía que con las condiciones, hay que ver, no cerrar el caso. Como hay que hacer en buena jurisprudencia, siempre a favor del reo. Y dejé aplicar la sentencia más suave, pero después de la prueba, dos años, apliqué la segunda.
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Papa Francisco conversando con los periodistas durante el vuelo de Lima a Roma. (AP) |
En el caso del Obispo Barros, lo hice estudiar, investigar, lo hice trabajar mucho. No hay evidencia, la palabra de usted. Después voy a hablar de las pruebas. No hay evidencia de culpabilidad, parece que no se van a encontrar. Hay una coherencia en otro sentido. Yo espero una evidencia para cambiar de sentido. Si no aplico el principio jurídico de cualquier tribunal, ninguno es malo hasta que no se pruebe.