domingo, 14 de octubre de 2018

octubre 14, 2018
EL VATICANO, 14 de octubre de 2018.- El salvadoreño Óscar Arnulfo Romero fue declarado santo hoy en una ceremonia que inició a las 10:00 de la mañana en Roma mientras en El Salvador eran las 2:00 de la madrugada.

El Papa Francisco ingresó puntual a la plaza San Pedro. Luego de los cantos iniciales, se procedió a leer las biografías de los beatos que serían canonizados.

Inició con el Papa VI, beatificado el 19 de octubre de 2014, de quien destacaron que fue quien guió a la iglesia durante el diálogo con la modernidad y la mantuvo unida durante la crisis posconciliar.

Una feligresa en San Salvador llora en el momento de escuchar la proclamación de San Óscar Arnulfo Romero. (EFE/RODRIGO SURA)

Luego, llegó el turno del beato Óscar Arnulfo Romero, a quien se refirió como un párroco con pasión a la actividad pastoral. Además, en su biografía destaca que se dedicó a la defensa de los pobres y fue nombrado obispo de Santiago de María, "en plena represión social y política". Recordó que fue asesinado mientras celebraba misa el 24 de marzo de 1980.

Tras las lecturas de todas la biografías, el Papa Francisco inició el rito de canonización y la petición:  el cardenal Giovanni Angelo Becciu, prefecto de la causa de santidad, acompañado del postulador, el santo padre y demanda la canonización del beato Paolo VI, Óscar Arnulfo Romero Galdámez, Francesco Spinelli, Vincenzo Romano, Maria Caterina Kasper, Nazaría Ignazia di Santa  Teresa di Gesú March Meza e Nuncio Sulprizio.

El Salvador tiene ya su primer santo, San Óscar Arnulfo Romero.

Un sacerdote sostiene una imagen de San Óscar Arnulfo Romero en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, este domingo 14 de octubre de 2018. (Foto de LPG/AP)

En la homilía, el sumo  pontífice, destacó la obra de Pablo VI, como alguien que "testimonió de una manera apasionada la belleza y alegría de seguir totalmente a Jesús" y agregó que "es hermoso que junto a él y a los demás santos y santas de hoy, se encuentre monseñor Romero, quien dejó la seguridad del mundo, incluso su propia incolumidad, para entregar su vida según el evangelio, cercano a los pobres y a su gente, con el corazón magnetizado por Jesús y sus hermanos".

El histórico evento es seguido por miles de salvadoreños alrededor del mundo. Unos siete mil viajaron hasta la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, para vivir de cerca la elevación de Romero a los altares. Otros se concentraron en las parroquias salvadoreñas y otros siguen la ceremonia por televisión o internet.

Carteles con las imágenes de Pablo VI y el arzobispo Romero, hoy en El Vaticano (Reuters / Alessandro Bianchi)

La iglesia católica en El Salvador transmite la ceremonia en pantallas gigantes instaladas tanto en la catedral metropolitana como en otras parroquias a lo largo del país. Está previsto que la ceremonia culmine cerca de las 12:30 del mediodía en Roma, 4:30 a.m. en El Salvador.

A esa hora, los fieles que han asistido a la catedral metropolitana en San Salvador se trasladarán a la cripta de Romero, donde yace su cuerpo.

Romero es llamado “santo de América” desde la declaración de su martirio, en 2015. Su beatificación tuvo lugar en mayo de ese mismo año en la plaza Divino Salvador del Mundo en la capital salvadoreña. El nombre oficial que la iglesia le otorga como santo, sin embargo, es San Óscar Arnulfo Romero, obispo y mártir.

(EFE/Rodrigo Sura)

El cíngulo que tenía Romero al momento de su asesinato en la capilla del Hospital Divina Providencia es usado hoy por el papa Francisco.

Esta parte de la indumentaria de Romero contiene parte de la sangre que él derramó tras sufrir el disparo de un francotirador, mientras oficiaba misa.

"Si me matan, resucitaré en el pueblo salvadoreño", había dicho Romero días antes de su martirio.

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