miércoles, 31 de octubre de 2018

octubre 31, 2018
Pedro Echeverría V.

1. La realidad es que todas las marchas empresariales, en cualquier país, son ridículas y cínicas. De la primera “marcha cacerolista” –amas de casa burguesas, muy adineradas,  golpeando sus cacerolas como si no tuvieran comida- que me enteré fue en Chile en 1972 contra el presidente  Salvador Allende, quien quería construir un país socialista. Los sectores empresariales, democristianos, derechistas y militaristas de entonces –dirigidos por el presidente Nixon de los EEUU y su canciller Kissinger-  decidieron dar un golpe de Estado en 1973 encabezado por el general Pinochet , en el palacio presidencial y asesinar sin salvación al presidente. Ese general Pinochet, que cuidaba a Allende, fue quien lo traicionó, asesinó y encarceló a miles de chilenos.

2. En México, ahora los empresarios y los medios de información “Chayoteros” están organizando una “caceroleada” como la que se organizó contra el gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas en el DF a fines del pasado siglo  -que se llamó la “marcha de los blancos”- que muy bien representaba su nombre; ahora anuncian una “marcha de luto” contra López Obrador el día 11 a las 11, con vestido negro –color odiado históricamente por “los blancos”-  representativo del anarquismo”,  ideología que lucha contra la explotación, el empresariado y cualquier desigualdad, explotación e injusticia. ¿Quiénes decidirán marchar con ellos sino son sus familiares y obreros obligados para no perder su empleo? ¿Todavía existirán personas que crean en los ricos empresarios?

3. Las marchas de López Obrador, cada una, mínimamente, han sido de 500 mil participantes y cuando ha organizado concentración ha logrado reunir hasta más de un millón de personas. Los poderosos empresarios Carlos Slim, Alberto Bailleres y Germán  Larrea van a llevar a sus 30 familiares, pero en sus 30 fábricas y negocios seguramente tendrán 30 mil obreros trabajadores cuya asistencia será controlada con pases de lista. Los empresarios y organizaciones convocantes de la marcha serán 100; ¿podrán llegar a 100 mil personas contratando en casas dedicadas a estos menesteres de acarreos para casi llenar el zócalo? Sin embargo se espera un gigantesco “acarreo” de gente humilde que podrá recibir 20 mil pesos por cabeza.

4. ¡Qué bueno que los empresarios alcancen movilizar sus fuerzas contra los proyectos de López Obrador, porque así sabremos hasta dónde pueden llegar! A los empresarios –tan coléricos y helados- ya no los calienta ni el sol. Están muy arrepentidos por no haber puesto todo para evitar el triunfo electoral de López Obrador. Hasta entre los mismos empresarios se han registrado confrontaciones y muchos reclamos, sobre todo entre los que han perdido inversiones y oportunidades de ganar miles de millones. Calcularon mal pensando en que le asestarían a López Obrador su tercera derrota y lo obligarían a irse a su rancho de Palenque. Sin embargo, si López Obrador no se rinde, dando pasos atrás, muchísimas cosas pueden cambiar.

5. Obviamente deben hacerse más consultas para que la gente aprenda y adquiera más conciencia. Los legisladores diputados y senadores de Morena no deben actuar nunca como tontos, cobardes, o convenencieros. No deben olvidar que tienen enfrente al PRI, PAN, PRD, que son lo mismo; no deben permitir que se recupere ningún partido corrupto y deben prepararse para modificar artículos constitucionales que le den mayor presencia al pueblo. Quizá no sea necesario –por ahora- hacer una nueva constitución, pero es obvio que hay muchas leyes que deben reformarse en beneficio del pueblo y por ello hay que prepararse. Además Morena debe actuar con mucha rapidez en estos dos primeros años para barrer nuevamente en 2021.

6. Morena debe fortalecer su equipo de pensadores y planeadores dado que de ellos depende mucho su avance y consolidación. A los empresarios y políticos derechistas hay que derrotarlos con muchos argumentos demostrando ante la sociedad que su enriquecimiento es producto del trabajo del pueblo. Hay algunos intelectuales que han dicho textualmente que “no saben qué es el pueblo”; sólo hay que decirles que el pueblo es el que trabaja y produce los alimentos que tragan sus familias así como el dinero que dilapidan en sus viajes de placer. Así que los empresarios y los chayoteros preparan una marcha de blancos disfrazados para protestar por la cancelación del aeropuerto de Texcoco que les impidió sus enormes negocios millonarios. (31/X/18)

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