miércoles, 17 de octubre de 2018

octubre 17, 2018
BARCELONA, 17 de octubre de 2018.- Paralelamente a las investigaciones que están llevando a cabo un equipo turco y saudí sobre la desaparición del periodista saudí Jamal Khashoggi, van saliendo a la luz detalles escabrosos de la muerte del escritor no confirmados oficialmente se filtran a los medios árabes y estadounidenses.

Según informan Al Jazira y el portal especializado en Oriente medio Middle East Eye (MEE) citando fuentes de seguridad turcas, Khashoggi fue troceado mientras todavía estaba vivo en el despacho del cónsul por el médico forense, Salah al Tubaigy, que viajó con el escuadrón de 15 saudíes que volaron a Turquía e ingresaron en el consulado el día que desapareció el escritor el pasado 2 de octubre. 

Según los audios, primero torturaron al periodista cortándole los dedos y luego lo decapitaron.

Estos medios hablan de la existencia de un audio en el que se oyen los últimos minutos de vida del escritor. Si bien los autoridades saudíes se plantean defender la hipótesis de que Khashoggi, exiliado desde 2017 y un crítico moderado con el régimen saudí, murió en un interrogatorio que “salió mal”, un testigo habría asegurado a los servicios turcos que el periodista fue llevado directamente al despacho del cónsul en medio de sus gritos desesperados.

“Khashoggi no fue interrogado antes de ser asesinado. Fue insultado, golpeado y luego asesinado en la oficina del cónsul, a quien se le pidió que se fuera para que Tubaigy pudiera cortar el cuerpo”, dijo una fuente a Al Jazira. 

El periodista saudita Jamal Khashoggi entrando en el consulado saudita en Estambul el pasado 2 de octubre (EFE)

Los gritos cesaron tras suministrarle una sustancia no identificada. Fue entonces cuando Tubaigy, un funcionario forense que trabaja en el Departamento de Seguridad General de Arabia Saudí, se puso unos auriculares para escuchar música, sacó un serrucho para huesos y empezó a trocear el cuerpo mientras todavía estaba vivo. Tardó siete minutos en hacerlo.

“Cuando hago este trabajo, escucho música. También deberías hacerlo”, recomendó Tubaigy a sus compañeros de escuadrón que también trabajan en la escena del crimen, como relata la fuente citada por MEE.

Hasta la fecha, la monarquía saudí ha negado enérgicamente cualquier participación en la desaparición de Khashoggi si bien está dispuesta a admitir que fue asesinado y preparan una explicación avalada por Estados Unidos. Aseguran, además, que abandonó el consulado poco después de ingresar, pero su novia, que le esperaba fuera, rechaza esta versión. Los investigadores saudíes no han presentado ninguna prueba para corroborarlo y medios estadounidenses aseguran que al menos once de los quince saudíes tienen relaciones con los servicios de seguridad de la monarquía saudí. No ayuda tampoco que el día que desapareció el periodista las cámaras de seguridad dejaran de grabar. (La Vanguardia)

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