domingo, 12 de agosto de 2018

agosto 12, 2018
José Repetto

Parte de 2009 y parte de 2010 fui parte del Kolectivo El Rebelde y el Frente de Unidad Popular (FUP),

Foto: Artíulo 7

Ambas agrupaciones son de izquierda pero yo jamás me consideré ni consideraré de izquierda. Sin embargo buscaba gente que protestara contra los abusos de la autoridad, tras haber tenido varios encuentros muy desagradables con la policía, y ello parecían una buena opción.

El Kolectivo El Rebelde era encabezado por Mauricio Macossay Vallado, de la Universidad de Chapingo, quien en varias sesiones llegaba con fajos de dinero de patrocinadores misterioso para imprimir su atalaya... perdón, periódico.

Recuerdo a Adelaida Salas Salazar, la típica feminazi promotora del gramaticalmente incorrecto "lenguaje de género, y a Lorena Aguilar Aguilar, una borrega que creía todo lo que les decían y que era (o tal vez aún lo sea) la representante de Kaos en la Red en Yucatán. Recuerdo que ambas fueron groseras conmigo, me menospreciaron por mi edad, y eso es algo que jamás les perdonaré. Si las veo en la calle, seguiré de largo.

Uno de los momentos más satisfactorios para mí fue lograr que echaran a Lorena del evento del Día de la Tierra que Mérida Verde organizó en 2010. Hasta le sonreí porque quería que ella supiera que fui yo quien hizo que eso pasara.

También estaba Lorenzo Peraza González, muy orgulloso de ser el segundón de Macossay, a quien creía -quién sabe por qué- una persona intelectualmente superior aunque no fuera más que un grillo menor.

La reuniones del Kolectivo El Rebelde se celebraban en La Casa de Todos, lugar que el resto del tiempo funcionaba como un sitio donde la gente iba a alcoholizarse, drogarse y escuchar música desentonada.

Una vez un cliente de Lorenzo me dio una bofetada y, al ver que Lorenzo no hizo nada por defenderme o corregir la situación, fui a la delegación de la PGR poco después con fotos, horarios e información del lugar. A los pocos días fue cateado por la AFI y varios de los "distinguidos clientes" fueron detenidos con el dueño. Me dio mucho gusto pero, por desgracia, esa noche no fue el que me golpeó.

Sobre su liberación hubo dos historias: la que le contaban a la gente que creían pendeja y la verdad.

La primera fue que gracias a las protestas de apoyo se logró liberar a Lorenzo, lo cual es una completa estupidez que ni un niño de cinco años se cree. La segunda que una familiar de Peraza soltó quién sabe cuánto dinero para que le redujeran los cargos.

También está el caso de una joven llamada Raquel Cel, a quien siempre usaban para volantear.

También estuvo el FUP, que agrupaba a personajes de la izquierda local para discusiones estériles que jamás llevaron a nada.

Qué decir de Andrián Gorocica Rojas, líder en Yucatán de la Red de Jóvenes con AMLO, ex presidente de la Sociedad de Alumnos del Tec y, en la pasada contienda electoral, candidato "independiente" con patrocinios que desconocemos -aunque sospechamos- y que tuvo una votación miserable.

El buen recuerdo que todos dicen tener de Roger Aguilar - quien era parte del FUP- ahora que se está muriendo (hasta Óscar Sauri lloró por él en un video digno del Óscar) es erróneo. Yo lo recuerdo como un hombre cerrado, arrogante y que menospreciaba a los que fueran menores que él (casi toda la humanidad).

Recuerdo un "diálogo" entre Macossay y Aguilar donde el primero comentó algo sobre la muerte de Efraín Calderón Lara "El Charras" y el segundo, en su soberbia y grosería características, le dijo "¿tú qué sabes? eras un chamaco". Pobre Macossay, lo humillaron.

Por esto y más decidí salirme de estas organizaciones. Me niego a trabajar con gente que no me respeta y que no hace nada más que grillar a lo tonto sin lograr nada. Me avergüenza haber estado en las mismas organizaciones que gente como Adelaida Salas, Mauricio Macossay y Lorena Aguilar.

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