viernes, 10 de agosto de 2018

agosto 10, 2018
PEKÍN, China, 10 de agosto de 2018.- Los pepinos de mar, animal marino muy apreciado en la gastronomía china y de otros países asiáticos, son la última víctima de la ola de calor que sufre el país. Las altas temperaturas registradas en el noreste de China, donde se sitúan las principales piscifactorías donde se crían en masa, han provocado la muerte de millones de ejemplares, lo que se traduce en fuertes pérdidas económicas para los productores.


La provincia de Liaoning, especialmente la ciudad de Dalian, es uno de los principales centros de cría de estos animales. La temperatura del agua de las granjas que se sitúan en la costa, donde los estanques son poco profundos, alcanzó a finales de julio picos de 36 grados durante varios días, diez grados más de lo que suele ser habitual en verano. Esta especie crece en aguas frías, con una temperatura de entre 10 y 18 grados. Al rozar los 25 grados caen en un estado inactivo y si se llega a los 30, como ha sucedido este año, el resultado es fatal. "Una ola de calor tan larga no se había visto en décadas en esta región", aseguró uno de los acuicultores, Sun Guanghao, al periódico China Daily.

Según datos del departamento de Pesca y Recursos Marinos de la provincia, 63.000 hectáreas de granjas de cría han sido severamente dañadas y 68.000 toneladas de pepinos de mar se han echado a perder, lo que supone prácticamente la mitad de la producción, según informa la cadena de televisión estatal CCTV. Las pérdidas económicas ascienden a 6.870 millones de yuanes, unos 870 millones de euros.

Los pepinos de mar de otras granjas que están lejos de la costa y de más profundidad han logrado sobrevivir porque allí la temperatura del agua no ha llegado a estos límites. La mayoría de los pequeños productores, sin embargo, optan por los estanques cerrados cerca de la orilla, lo que ayuda a acelerar el crecimiento del animal y su reproducción, si bien está más expuesto al calor en verano por la poca circulación del agua. "Cuando este clima dura más de tres días, la especie comienza a morir en grandes cantidades. Una semana después, casi no se podía encontrar a ninguno que estuviera vivo", explicó Sun. Las temperaturas en Liaoning han rozado máximos que no se registraban desde los años cincuenta.

El pepino de mar está considerado un manjar en China y también en otros países como Japón, Singapur, Corea del Sur o Malasia, sirviéndose en muchos restaurantes de lujo, tanto seco como fresco. También se utiliza en la medicina tradicional china al atribuírsele propiedades vigorizantes, de cuidado de la piel, de reducir la presión sanguínea y hasta para el tratamiento contra el cáncer. En Hong Kong, por ejemplo, el precio de un kilo de este animal seco es de alrededor de 900 euros. Los problemas para garantizar la oferta podrían aumentar su precio entre un 20 y un 30% en los próximos dos años, según los especialistas.

La demanda de China y otros países en Asia de los pepinos de mar ha provocado el tráfico ilegal de estos animales desde otras partes del mundo, donde su captura no está permitida o simplemente no está regulada. (Xavier Fontdeglòria / El País)

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