jueves, 9 de agosto de 2018

agosto 09, 2018
MADRID, 9 de agosto de 2018.- La Procuraduría de Medio Ambiente mexicana detectó el 2 de agosto en una oficina de mensajería de la compañía FedEx de Nuevo León un paquete peculiar. En el interior de un envase de plástico de 18 centímetros por 15 centímetros se encontraba un ejemplar joven de cocodrilo de Morelet (Crocodylus moreletii) de unos 27 centímetros de longitud. El animal llegó a la localidad de San Pedro Garza García (de 122.000 habitantes) procedente del estado de Hidalgo y debía de entregarse en García, un municipio situado a unos 35 kilómetros de la oficina en la que saltaron las alarmas. El aviso de los mensajeros hizo que la cría no llegara a su destino.

El ejemplar de Crocodylus moreletii que llegó a las oficinas de FedEx. (PROFEPA)

El paquete, agujereado para que el pequeño cocodrilo pudiera respirar, se mandó el 1 de agosto desde la localidad de Pachuca de Soto (de 250.000 habitantes y situada en el centro este de México). Llegó a las oficinas de la empresa en San Pedro al día siguiente.  Al ver al animal, los trabajadores avisaron a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente. Allí, los inspectores de la Subdelegación de Recursos Naturales confirmaron que se trataba de un ejemplar de la especie autóctona Crocodylus moreletii —que llega a medir hasta 3,6 metros— y que el envío no incluía ningún documento que acreditara la procedencia legal del reptil.

El cocodrilo cambió la oficina de paquetería por el Bioparque Estrella, donde fue conducido por los agentes de medio ambiente. Su nuevo hogar es el parque temático con animales más grande de México, donde podrá recibir el tratamiento y los cuidados adecuados, según ha informado 20 Minutos México. Y aunque los trabajadores de la compañía de repartos no cumplieron con su cometido esta vez, gracias a su llamada consiguieron rescatar a la cría de una especie sujeta a protección especial en el país norteamericano desde 2001. (El País)

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