jueves, 5 de julio de 2018

julio 05, 2018
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MAE SEI, Tailandia, 5 de julio de 2018.- En el megaoperativo que significa el rescate de los chicos atrapados en una cueva, un socorrista exmiembro de la Marina tailandesa murió, por culpa de no tener suficiente oxígeno.

Tras haber suministrado provisiones a los niños atrapados en una cueva inundada del norte de Tailandia, el hombre no consiguió regresar.

"Tras haber entregado una reserva de oxígeno, a su vuelta, no tuvo suficiente oxígeno", anunció el vicepresdiente de la provincia de Chiang Rai, Passakorn Boonyaluck.

Se trata de un exmiembro de la Marina tailandesa (Crédito: AFP / Royal Thai Navy)

El hombre, de 37 años, estaba colocando tanques de oxígeno en la cueva en el marco de los preparativos para el rescate, pero perdió la consciencia cuando intentaba regresar, explicó el comandante Arpakorn Yookongkaew, en una conferencia de prensa.

"Estamos entrenamos para aceptar que puede haber riesgos en cualquier momento", dijo el comandante. "Es parte del trabajo", agregó.

Buzos británicos localizaron el lunes a los 12 niños y adolescentes de entre 11 y 16 años y a su entrenador, de 25, que llevaban desaparecidos desde el sábado 23 de junio en la cueva de Tham Laung-Khun Nam Nang Non, en la provincia de Chiang Rai.

El grupo se adentró tras un entrenamiento de fútbol en la cueva, la cuarta más grande del país con más de 10 kilómetros, situada a 1000 kilómetros al norte de Bangkok, cerca de la frontera con Myanmar.

Las autoridades creen que se vieron sorprendidos por una inundación en la caverna, y que tuvieron que internarse profundamente para salvarse.

Finalmente, fueron hallados a más de tres kilómetros de distancia de la entrada de la cueva, pero todavía se desconoce cómo y cuándo saldrán. Están recibiendo clases de buceo, pues una posibilidad es que sean guiados fuera de la cueva por buzos expertos.

La segunda opción de rescate que se contempla es perforar un túnel en la parte exterior de la cueva y sacarlos por esa vía. Mientras, las autoridades tratan de bombear el agua de la caverna inundada. (La Nación)

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