martes, 1 de mayo de 2018

mayo 01, 2018
CIUDAD DE MÉXICO, 1 de mayo de 2018.- El uso recreativo de la mariguana puede incrementar el número de consumidores al creer que no ocasiona daños a la salud ni adicción, advirtió el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Oscar Próspero García, quien afirmó que su consumo provoca desde daños a la memoria hasta deterioro de procesos cognitivos.

El especialista del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina dijo que es importante no criminalizar a las personas que son consumidoras de esta droga, ya que se tratan de adicciones y, en ese sentido, consideró que lo importante es trabajar en acciones de prevención.

Refirió que la mariguana contiene alrededor de 400 propiedades, de las cuales sólo dos se han investigado y se comprobó que tiene efectos positivos en ciertos pacientes con el compuesto THC, que puede ayudar durante su tratamiento a personas con cáncer o sida.


Mientras que la otra propiedad, Cannabidiol, se ha usado para algunos tipos de epilepsia en niños que no responden a un tratamiento farmacológico tradicional, explicó el investigador, quien mencionó que estas moléculas se caracterizan por regular el dolor.

No obstante, se ha mostrado en la gran mayoría de estudios que el consumo de esta hierba, sobre todo en menores de 20 años de edad sufren daños graves, los más preocupantes se desarrollan en el cerebro.

Estos van desde el deterioro del proceso cognitivo, que afecta la inteligencia y la memoria, mientras que a nivel estructural el cerebro se ve afectado en el tamaño del hipocampo y de las áreas que se relacionan con el proceso de imaginación y la toma de decisiones.

“La mayoría de consumidores dicen que la mariguana no produce dependencia y tienen esa percepción porque la mariguana tarda mucho en salirse del cuerpo, una persona que se fuma un cigarro hoy es posible que se le detecte en un antidoping la presencia de mariguana hasta tres o seis semanas después de haberla consumido. Durante estas semanas su cerebro sigue teniendo la sustancia presente”, apuntó.

Próspero García consideró que el consumo de la mariguana debe regularizarse, usando de manera única las moléculas que contienen para uso médico y de investigación, no así para uso recreativo.

Con la regularización, añadió, se dejaría de perseguir a los consumidores ya que es un problema de adición más que un delito, por lo cual estas personas necesitan ayuda médica, no ir a prisión.

“Los usuarios de cualquier droga, si solo se dedican a usarla no son delincuentes, necesitan un apoyo médico, en lugar de un rechazo de la sociedad y de manera judicial, lo que necesitan es medicina, no cárcel”, expuso.

Advirtió que una regularización enfocada al consumo recreativo, podría incrementar el número de personas al creer que no ocasiona daños a la salud ni adición, además al hacerla más accesible provocaría el interés de los jóvenes por probarla.

“Viendo al futuro puede ser que tengamos un pico de muchachos con más uso de mariguana, por lo menos por unos años hasta que se vuelva a estabilizar, y por esta parte, estoy en desacuerdo ya que me parece que legalizar el uso de la mariguana de manera recreativa, incrementa la posibilidades de uso, la tolerancia y dependencia de la hierba”, explicó.

El profesor universitario consideró que si se llevara a cabo la legalización total de esta sustancia sería necesario prevenir como apoyar a las personas que ya tienen una adicción, ya que no existe ninguna iniciativa que se enfoque en ese aspecto.

Señaló que es usual que las personas que utilizan este tipo de sustancia suelan tener alguna enfermedad mental, sobre todo depresión, ansiedad o bipolaridad, y en esos casos se requiere un tratamiento con medicamentos o terapia cognitivo conductual, aunque todo proceso es inútil si la persona no desea rehabilitarse.

Para una cultura de prevención, añadió, se debe educar a la población primero de los riesgos además de ofrecer apoyo sicológico preventivo para tratar a las personas con ese tipo de padecimientos que suele encaminarlos a las adiciones.

De igual forma, Oscar Próspero García detalló que en la actualidad se sigue investigando si se pueden regenerar los daños en el cerebro después de una adicción.

Hasta ahora han logrado detectar que la abstinencia de sustancias no sólo en la mariguana, sino en opioides y cocaina, revierte los cambios que se hayan generado en el cerebro lentamente.

“La abstinencia sí revierte en gran medida los cambios que hayan ocurrido en el cerebro no solo en mariguana; en cocaina, que son las más poderosas, y en los derivados de opio, la abstinencia no es tan rápido, pero si la persona dura un año se verá mucha mejora”, señaló.

La mejor opción para México, expresó, es una regularización sólo para uso médico y de investigación, y si así se diera los médicos que fueran a recetarla deberán tener un amplio conocimiento de las diferentes versiones de la planta que puede variar en la intensidad de THC. (Notimex)

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