martes, 8 de mayo de 2018

mayo 08, 2018
PEKÍN, China, 8 de mayo de 2018.- De no haberse visto las caras en cinco años a reunirse dos veces en 40 días. El líder supremo norcoreano, Kim Jong-un, ha viajado por segunda vez desde finales de marzo por sorpresa a China, donde se ha reunido durante dos días con el presidente chino, Xi Jinping, en la ciudad costera de Dalian, en el noreste, según han confirmado los medios oficiales de sus respectivos países.

Ambos líderes han compartido un almuerzo, un paseo por la orilla del mar y varias conversaciones sobre las relaciones entre China y Corea del Norte y otros “asuntos importantes de interés mutuo”, según la agencia de noticias china Xinhua. La visita, iniciada el lunes y terminada hace unas horas, llega en medio de una intensa actividad diplomática y de reuniones preparatorias de cara a la cumbre que tienen prevista Kim y el presidente de EE UU, Donald Trump, en una fecha y un lugar aún por anunciarse. Para el propio Kim, que antes de su viaje a Pekín no había salido de Corea del Norte para ningún viaje oficial, se trata de su tercera salida y su tercera reunión de Estado en cuestión de semanas: el 27 de abril celebró su histórica cumbre con el presidente surcoreano, Moon Jae-in.

Kim y Xi en Dalian. (AP/Xinhua)

Según Xinhua, la reunión se desarrolló en un ambiente “cordial y amistoso”. Kim expresó su esperanza de que Pyongyang y Washington puedan llegar a confiar mutuamente y “adoptar medidas simultáneas y progresivas que permitan lograr, en el futuro, la desnuclearización y la paz duradera en la península coreana”. Xi expresó su satisfacción con el modo en que se ha desarrollado hasta ahora el proceso, “encaminado por una vía que lleva a una solución política”.

Además, según la televisión estatal norcoreana, Kim se declaró “muy complacido” por el acercamiento en las relaciones con China. Algo que no es baladí: Pekín tiene un enorme interés en cultivar su incipiente amistad con el líder norcoreano y no quedar fuera de unas negociaciones en las que se decidirá el futuro de su vecino. Y Pekín, como gran socio comercial de Pyongyang, tiene la llave para facilitar la apertura económica que Kim dice desear - o para apretar en la aplicación de las sanciones internacionales.

Las fotos distribuidas por Xinhua muestran a los dos líderes en poses relajadas mientras charlan en lo que parece una terraza con vistas a un jardín y mientras pasean por el borde de una playa.

Los rumores sobre la posible presencia de Kim en la ciudad china se habían disparado tras el aterrizaje, el lunes, de un avión norcoreano en su aeropuerto. De inmediato, varias carreteras de Dalian quedaron cortadas por la Policía y el tráfico fue restringido.

Se trata de la primera vez en que Kim Jong-un viaja al exterior en avión desde su llegada al poder en diciembre de 2011. Para su visita a Pekín en marzo, el líder supremo norcoreano se desplazó en tren, como siempre hizo su padre, Kim Jong-il. A Panmunjom, en la frontera entre las dos Coreas, se trasladó en automóvil.

El precario estado de la flota aérea norcoreana es, aparentemente, uno de los factores que condiciona el lugar donde vaya a celebrarse la cumbre entre Kim y Trump. Tras barajarse, entre otros lugares, Ulan Bator o la propia Panmunjom, los medios surcoreanos han publicado esta semana que la favorita como sede de las conversaciones es ahora Singapur. Esta ciudad-Estado acogió en 2016 la reunión entre Xi y el entonces presidente taiwanés, Ma Ying-jeou, y la Casa Blanca la percibe como un sitio con una imagen más neutral que Panmunjom, según estas versiones.

En la reunión de Pekín, a la que Kim Jong-un viajó acompañado de su esposa, Ri Sol-ju, Xi y él acordaron normalizar las relaciones bilaterales, tensas durante los primeros años de mandato del líder norcoreano. Según la prensa oficial china, Kim también expresó su disposición a tratar sobre la desnuclearización de su país en las conversaciones con Estados Unidos.

Al tiempo que se conocía la estancia de Kim en Dalian, en Washington Trump anunciaba en un tuit que hablaría este mismo martes con Xi sobre comercio, “un campo en el que ocurrirán cosas buenas”, y Corea del Norte, “con la que se están creando relaciones y confianza”. (Macarena Vidal Liy / El País)

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