miércoles, 28 de marzo de 2018

marzo 28, 2018
BANGKOK, Tailandia, 28 de marzo de 2018.- El parlamento de Birmania ha elegido hoy a Win Myint como nuevo presidente del país en sustitución de Htin Kyaw, quien renunció al cargo la semana pasada "para descansar" debido a problemas de salud.

Win Myint se impuso a otros dos candidatos en una votación conjunta de las dos cámaras del legislativo, retransmitida por la televisión estatal MRTV, en la que obtuvo los votos de 403 de los 636 diputados.

El nuevo jefe de Estado, abogado de 66 años, es un antiguo preso político de la última junta militar y veterano de la gobernante Liga Nacional para la Democracia (NLD) que cuenta con el respaldo de la líder de facto del país, Aung San Suu Kyi.

El nuevo presidente de Birmania, Win Myint (i), acude al Parlamento junto a Aung Suu Kyi en Naipyidó. (REUTERS)

La toma de posesión será mañana, un día antes de que se cumpla el segundo aniversario del gobierno de la NLD, que en noviembre de 2015 ganó las primeras elecciones democráticas tras casi cinco décadas de regímenes militares.

"Tengo la intención de cumplir con mi deber tan bien como pueda", dijo el nuevo presidente a la salida del parlamento en declaraciones a recogidas por el portal Frontier Myanmar.

Win Myint sustituirá a Htin Kyaw, quien dimitió el 21 de marzo después de que el Gobierno admitiera que el mandatario, de 71 años, había viajado varias veces al extranjero para someterse a tratamiento médico.

El mismo día el nuevo jefe de Estado dimitió como presidente de la cámara baja y dos días después la misma institución le nombró vicepresidente y candidato a la presidencia, que alcanzó con más votos de los que logró Htin Kyaw -360- cuando fue elegido en 2016. Al igual que su antecesor, Win Myint contó con la mayoría de la NLD en el parlamento para salir elegido, cuenta con una imagen de integridad sin sospechas de corrupción y es considerado hombre de confianza de Suu Kyi.

En cambio, se espera que desde la presidencia Win Myint intervenga más en los asuntos del gobierno que Htin Kyaw, quien durante su mandato desempeñó un rol básicamente ceremonial y protocolario. Durante los dos años al frente de la cámara baja el nuevo jefe de Estado se ganó fama de estricto y de no huir de la confrontación, regañando en varias ocasiones tanto a diputados militares como de su propio partido.

Una democracia joven liderada por Aung San Suu Kyi
Pese a que la Constitución concede amplios poderes al jefe del Estado, los analistas locales consideran que el liderazgo político lo seguirá ejerciendo Suu Kyi como Consejera de Estado.

La Nobel de la Paz se creó a medida este cargo al no poder optar a la presidencia debido a una norma constitucional también hecha a medida que veta a candidatos con familiares extranjeros, caso de Suu Kyi, cuyos dos hijos disponen de pasaporte británico.

La elección del nuevo presidente se hizo entre tres candidatos propuestos por las cámaras alta y baja, y el Ejército, respectivamente, en una votación en la que los perdedores quedaron como vicepresidentes, tal como prevé la Constitución.

El vicepresidente primero volverá a ser Myint Swe, el candidato propuesto por los militares, quien hasta hoy ejercía de presidente en funciones, y que revalidó con 211 votos el cargo que ya ostentaba desde el inicio de la legislatura. También repetirá como vicepresidente segundo, Henry Van Thio, de la minoría chin y propuesto por la cámara alta, quien en esta ocasión obtuvo 18 votos frente a los 79 que logró hace dos años.

Birmania estrenó su primer gobierno elegido democráticamente -el actual liderado por la NLD- el 30 de marzo de 2016. La última junta militar se disolvió en 2011 y traspasó el poder a un gobierno civil formado por exgenerales, que fue reemplazado por el ejecutivo de la NLD.

Aprobada durante el antiguo régimen castrense, la Constitución birmana reserva amplios poderes a las Fuerzas Armadas, incluido una cuarta parte de los escaños del Parlamento y ministerios clave como Interior, Defensa y Fronteras.

La elección del nuevo jefe del Estado coincide con una oleada de criticas a Birmania por la campaña de persecución contra la minoría rohingya, que ha obligado a un éxodo masivo de esa comunidad, de etnia bengalí y credo islámico, a la vecina Bangladesh. Dirigida por el mando del Ejército, esa campaña ha merecido por la ONU la consideración de "operación de limpieza étnica de manual". (El Mundo / EFE)

0 comentarios:

Publicar un comentario