martes, 6 de marzo de 2018

marzo 06, 2018
Edith Gómez

Emigrar es una palabra de pocas letras, pero mucho significado. En primera instancia, es una decisión muy difícil de tomar y luego entran en juego una serie de factores muy importantes.

Dejar la casa a un lado y salir de la zona de comodidad puede traer consigo innumerables ventajas o, en su defecto desventajas; todo depende de la mentalización con la que se afronten los retos y pruebas que se encuentren en el camino.

Para nadie es un secreto el poder que tiene el cerebro tanto en el cuerpo, como en aspectos externos. Por ende, es necesario tener todo en orden con él para poder triunfar en la nueva región o país.


Las 4 claves de mentalización necesarias antes de emigrar son:

· Aceptación de la partida

Indiferentemente de cuales sean los motivos de la partida, se debe aceptar la misma y concentrarse en la nueva vida que se llevará. No es recomendable en lo absoluto llevar lamentos al exterior, aparte de que no caben en la maleta.

Para abrir paso a la nueva experiencia es fundamental entender que se dejarán personas queridas como familiares, amigos y demás, costumbres, entre otras muchas cosas. Sin embargo, emigrar no significa desaparecer, por lo que se puede seguir en contacto con todos ¡Gracias, tecnología!

Le emoción por el lugar al que se llegará suele influir mucho en la mentalización; a pesar de extrañar lo que se deja, el sentimiento de conocer nuevos destinos opaca cualquier otra situación no favorable.

Es importante reconocer que, casi siempre, el destino tiene diferente clima, costumbres y demás, haciendo que el estilo de vida cambie si se quiere lograr una adaptación adecuada. Es muy común escuchar “cuando se fue, cambió”, sin saber la cantidad aspectos que influyen en eso.

· Aferrarse a los valores

El clima, el trato, los lugares y muchas otras cosas cambiarán, pero nunca se debe olvidar de los valores, siendo universales y de gran importancia en cualquier parte o rincón del mundo. Al final del cuento, es mucho más importante el “qué es” al “qué tiene”.

Lo material puede destacar mucho a simple vista, determinándose erróneamente como necesario en muchas ocasiones. Pero, aquello interno tal y como los valores son los que definen quien eres como persona.

El cambio de cultura sirve para incorporar o aprender de nuevos valores alrededor del mundo, siempre y cuando no dejen atrás aquellos básicos que se conocen desde el inicio de los días.

En momentos de aprietos, los cuales (no es por asustar, pero…) están muy presentes en la vida del que emigra, los valores que se tengan se presentan como una herramienta fundamental capaz de destruir cualquier barrera que se interponga en la meta.

Mientras los valores son la integridad de cada persona, muchos trabajos se enfocan de gran manera en este aspecto, por lo que resulta muy positivo ponerlos en práctica durante todo momento.

· Hacer contacto con la realidad

Hay una gran diferencia entre afrontar el reto con una mentalidad positiva y creer que se viajará a un paraíso sin ninguna complicación. Hacer contacto con la realidad permite verificar muchas cosas determinantes en el proceso de mentalización.

Ser realista y estudiar aspectos como el clima, comida, cultura, distancia, posibilidades y demás son elementos de suma importancia para iniciar y adaptarse al sitio. En su defecto, el estudio también sirve para cambiar el destino antes de emigrar y buscar uno mejor.

El análisis de presupuesto se recomienda hacerse por separado, priorizándose por encima de los demás. Hay mucho que tomar en cuenta para la mejor organización posible.

Una gran manera de contactar con la realidad es conversar con personas del país donde se pretende llegar. Es muy común conseguir compatriotas en otras tierras, ya que gracias a las redes existen diversas comunidades en toda la web.

· Mente abierta con los cambios

Los cambios vendrán, y siempre que no rompan con los valores, deben ser bienvenidos. Al principio pueden resultar incomodos, pero siempre dejarán algo bueno, culto y rescatable.

Dejar la zona de confort va de la mano con dudas completamente justificadas, pero que se encargan de abrir puertas a cientos de nuevas oportunidades determinantes en un futuro.

Emigrar se presenta como una de las mejores maneras de empezar de cero e intentar modificar todo aquello que se quiera cambiar; son nuevos aires, nueva vida.

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