viernes, 2 de febrero de 2018

febrero 02, 2018
LOS ANGELES, 2 de febrero de 2018.- Un tiroteo en un aula de una escuela secundaria en Los Ángeles el jueves en el que cinco personas resultaron heridas, incluido un adolescente que está grave, fue accidental, informó la policía.

La balacera fue reportada justo antes de las 9 de la mañana y, en cuestión de minutos, una niña de 12 años fue arrestada sin mayores incidentes.

La policía la entrevistó y por la noche anunció que la ficharían con un cargo de descarga por negligencia de tener un arma de fuego en terrenos escolares. La decisión puso fin a una frenética jornada en la Escuela Secundaria Salvador B. Castro del centro de Los Ángeles, y corroboró lo que algunos estudiantes dijeron a la prensa después de que se reabriera la institución y se reunieran con sus padres en el campo deportivo. 

Padres de familia angustiados ante la Escuela Secundaria "Salvador B. Castro". (AP)

En una entrevista telefónica y acompañado de su madre, Jordan Valenzuela, de 12 años, dijo a The Associated Press que estaba en un aula vecina cuando escuchó una fuerte detonación. Dijo que habló con la niña justo después del tiroteo y que ella estaba sollozando. “Decía ‘no fue mi intención. Tenía la pistola en mi mochila y no sabía si estaba cargada y se me cayó la mochila y el arma se disparó’”, relató Valenzuela.

Poco después de eso, contó que la niña le pidió que escondiera el arma. “Me dijo, ‘Si te doy la pistola, ¿la esconderías por mí?’”, comentó. “Le dije ‘no’. Luego me alejé de ella porque estaba un poco asustado”.

Shallin Lopez, estudiante de séptimo grado, se encontraba en el aula al momento del tiroteo. Dijo que nunca vio un arma. “Solo vi que algo estalló”, señaló. “Sonó fuerte. Pero no la vi disparar”. La policía recuperó una pistola semiautomática después del tiroteo.

Imágenes de televisión captadas desde helicópteros mostraban cómo sacaban de la escuela esposada a una niña de cabello negro y que vestía una sudadera, mientras que los ansiosos padres y familiares se reunían en una esquina cercana al colegio, muchos de ellos hablando por teléfono entre lágrimas a la espera de noticias.

Diego Salinas recién había dejado a su hermana de 12 años y se quedó impactado cuando le llamó minutos después para decirle que había un tiroteo. “Muchas cosas me pasaron por la mente”, dijo Salinas, quien seguía temblando horas después. La escuela tiene unos 365 alumnos en los grados 6 a 8, casi todos hispanos y de familias de bajos ingresos. (20 Minutos / AP)

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