martes, 27 de febrero de 2018

febrero 27, 2018
HANOI, 27 de febrero de 2018.- Vista desde fuera, la boda de Kha, de 27 años, fue todo un éxito. Sin embargo, la novia escondía un secreto. El hombre con el que se casó era un actor, al que contrató para escenificar una ceremonia que habría de evitarle el estigma social de ser una madre soltera en la conservadora sociedad vietnamita.

"Mis padres habrían sido los primeros abrumados por la vergüenza si me hubiera encontrado embarazada y sin marido" explica la joven a AFP, un mes después de su la boda, que le costó más de 1.200 euros.

Boda vietnamita. (Mui Ne Info and Events)

Kha, que cuenta su historia bajo un pseudónimo, y su esposo, nunca estuvieron legalmente casados, pero lo importante es que él interpretó el papel frente a sus familiares y amigos. Sus padres conocían el secreto, pero al resto de su familia la joven les explicó que su marido la había abandonado poco después de la boda. Para ella era mejor ser una mujer divorciada, que tener un hijo sin estar casada.

"Ocultar mi embarazo fue agotador, pero ahora tengo confianza en el futuro" dice Kha, que celebró la boda tras tres meses de embarazo y que dará a luz en abril, con su honor intacto.

Negocio en alza

Las bodas falsas son un sector en auge en Vietnam, donde el matrimonio sigue siendo una institución inevitable. El servicio va más allá de las madres solteras como Kha: también las parejas jóvenes pagan cientos de euros para contratar a figurantes que se hacen pasar por invitados, para evitar disputas familiares.

Es el caso de Huong y su novio Quan. La familia del prometido no aprobaba su elección, al considerar a Huong de clase inferior. Por ello, la pareja decidió organizar una ceremonia falsa en la que los padres, tíos y amigos de Quan fueron remplazados por actores.

"Fue a la vez falso y auténtico", comenta el joven a AFP, que recuerda cómo la pantomima casi se va al traste cuando uno de sus falsos tíos se equivocó durante su discurso al hablar del barrio en el que se crió el novio. "Está bien gastar dinero para hacer felices a todos", explica Quan, "evitamos los dolores de cabeza".

Servicio público

Houng y Quan son tan sólo una pareja más de los cientos de clientes que tiene Vinamost, una empresa bien establecida dentro del sector de los matrimonios falsos. Los servicios de Vinamost rondan los 4.000 euros por el suministro de invitados y la organización de la fiesta.

Su fundador, Nguyen Xuan Thien, afirma que su plantilla ha pasado de 12 figurantes a 400 en 10 años, y que ha organizado ya miles de bodas falsas, un fenómeno sobre el que no existen datos oficiales.

El empresario asegura que a él le apena la situación de esas parejas jóvenes que se ven obligadas a contratar sus servicios. "Al igual que un hospital trata las enfermedades, nosotros ayudamos a los prometidos y a sus familias, pero no queremos que esto se desarrolle", comenta el organizador de bodas falsas que, asegura, ve su negocio como un servicio público.(El Periódico / AFP)

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