lunes, 8 de enero de 2018

enero 08, 2018
Pedro Echeverría V.

1. Ya la persecución, represión y asesinatos contra “la delincuencia” y “el radicalismo de la opositores políticos” puede instalarse con toda su fuerza en México. En 15 días (los últimos de diciembre y primeros de enero) el gobierno de Peña Nieto ha logrado la aprobación de diputados y senadores de la llamada Ley de Seguridad Interior (LSI), que es terriblemente amenazante; ha comprado en dos mil millones de pesos de poderosas armas asesinas a EEUU, a pesar que se ha agudizado la pobreza en el país, y está obligando a los partidos a declarar que “no quieren discursos violentos, ofensivos o provocadores”. Parece que el gobierno del PRI está cerrando toda posibilidad de crítica y protesta para que los mexicanos sean más miedosos y sumisos.

2. Los gobiernos de Salinas, Zedillo, Fox y Calderón, hasta hace dos años, fueron los peor evaluados por ser los más ladrones, saqueadores y asesinos. Si a los gobiernos de los cincuenta, sesenta y setenta  se les tenía como pésimos, a los del neoliberalismo que inició en 1982 del PRI y PAN, se pensó que era lo peor de la escala humana y que México había tocado fondo del estercolero; pero el monopolio televisivo –Televisa- construyó a su candidato presidencial (Peña Nieto) y nos lo impuso con todo y esposa artista de la casa. Hoy seguimos pisando y respirando la basura y no hemos encontrado como liberarnos. Desde hace dos años y medio se ha exigido en las calles su renuncia y a pesar de la inseguridad, la profunda crisis, el presidente parece burlarse y carcajearse.

3. La Ley de Seguridad Interior (LSI), es un documento con tintes fascistas que legaliza la permanencia del ejército, la marina y la policía en las calles para amenazar cualquier movimiento social. México posee 32 estados y la ciudad de México; se ha publicado que de entrada serán 26 estados los que sufrirán sitio de las fuerzas armadas con instrucciones estrictas de vigilancia contando con decenas o cientos de miles de cámaras de videos en todos los edificios. Si este no es un estado de sitio sobre los 125 millones de mexicanos, entonces no sé cómo se llame. ¿Cuántos meses podrá soportar el pueblo esa terrible amenaza que ofende cualquier libertad en nombre de la seguridad que los mismos gobiernos se han encargado de hacer más numerosa por sus pésimas políticas?

4. Estados Unidos aprobó la venta de armamento militar a México, consistente en misiles RGM-84L Harpoon Block II, misiles tácticos Block II Rolling Airframe Missile (RAM) y torpedos ligeros and MK 54 Mod 0, por un costo estimado en 98.4 millones de dólares (dos mil millones de pesos). El Departamento de Estado informó que la Agencia de Defensa y Cooperacion en Segurifdad (DSCA) notificó al Congreso sobre la certificación necesaria para la venta. “México intenta usar estos artículos de defensa y servicios para modernizar sus fuerzas armadas y expandir su apoyo marítimo para los requisitos de seguridad nacional y sus esfuerzos para combatir a organizaciones criminales”, señaló el Departamento de Estado. Me parece esto una mentada de madre.

5. Mientras el gobierno de México tira a la basura dos mil millones de pesos al comprar armas, aumenta los precios de la gasolina y de varias decenas de artículos de primera necesidad, reduce el presupuesto de varias secretarías y sangra servicios de salud, educación y asistencia social. En medio de qué pueblo estamos viviendo y en qué izquierda social que no sale a las calles estamos confiando. ¿Es que a los estudiantes de la UNAM, el Poli, la UAM, les vale un carajo? ¿Qué pasa en la ciudad de México que desde siempre ha sido el centro de nuestras luchas? ¿Será que la esperanza en los procesos electorales y las terribles amenazas de represión haga que todos los luchadores sociales se encierren en sus casas a ver TV?

6. Si con las fuerzas armadas en las calles, con las leyes de “seguridad” que las respaldan y el rearme con armas yanquis, se reducen las protestas del pueblo en las calles y los discursos se escuchan más sometidos al gobierno, es que ya nos volvieron a derrotar como la burguesía lo ha hecho siempre. Entonces en vez de 50 años más hay que pensar en 100 años para que se compongan las cosas en beneficio de nuestro pueblo. Cada derrota es una joda que nos impone el gobierno empresarial por ser más poderoso y quizá más inteligente que nosotros. Quizá muchos me acusen de desesperado; pero no hay tal porque desde principios de los sesenta –hace 57 años-la puta burguesía no madrea y ni siquiera levantamos la mano para defendernos. (8/I/18)

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