martes, 23 de enero de 2018

enero 23, 2018
(Facebook)
CUERNAVACA, Mororelos, 23 de enero de 2018.- El exrector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), Jesús Alejandro Vera Jiménez, fue detenido aproximadamente las 15:30 horas en un restaurante al norte de esta ciudad, mientras celebraba una reunión con académicos de la máxima casa de estudios.

La aprehensión corrió a cargo del propio titular de la Fiscalía Anticorrupción de Morelos, Juan Salazar Núñez, y en ella participó además el coordinador de la Policía de Investigación Criminal, Miguel Ángel Marín Martínez.

Ambos iban al frente de unos 20 policías, quienes mostraron al exrector rápidamente una orden de aprehensión por el delito de “abuso de confianza”, a partir de una denuncia del propio Sindicato de Trabajadores Administrativos de la UAEM.

Los funcionarios irrumpieron en el restaurante donde, además, se encontraba –en una mesa aparte– el excoordinador de Finanzas de la Universidad, Wistano Orozco García, quien durante su gestión operó desde la UAEM la llamada “estafa maestra”. Desde el pasado 2 de enero, dicho funcionario ocupa la Subsecretaría de Educación Media y Superior del estado.

Al llegar a la mesa del exrector, Marín Martínez lo saludó y luego le pidió que lo acompañara porque había una orden de aprehensión en su contra. De inmediato, el fiscal le mostró el documento. El primero dijo en reiteradas ocasiones que él sólo “hacía su trabajo”.

Vera Jiménez no se inmutó, siguió sentado en su silla, mientras los académicos que lo acompañaban se levantaron y comenzaron a tomar fotos y videos.

Otro mando policiaco intervino para pedir que no se resistiera, “porque podemos utilizar la fuerza”, advirtió. Vera Jiménez continuó en su lugar y sacó de entre sus ropas un legajo de documentos: “tengo todos estos amparos. ¿Ahora qué me van a inventar?”.

Los oficiales le respondieron: “Aquí tenemos la orden de aprehensión del juez y nuestro trabajo es cumplimentarla. Levántese, por favor, no queremos aplicar la fuerza”, respondió nuevamente Marín Martínez.

Entonces, entre dos elementos de seguridad levantaron la silla en la que se encontraba el académico y Carlos Garza Falla, colaborador cercano a Vera Jiménez, metió la mano. La respuesta fue un empujón que por poco lo tira al piso.

Esto provocó gritos de los demás académicos y el mismo Vera Jiménez dejaran su silla para reclamar: “¿Por qué lo agreden? Es un hombre mayor. ¡Déjenlo!”.

Pero fue inútil. En la acción intervinieron otros elementos de la policía y prácticamente a rastras sacaron al académico del restaurante, mientras Wistano Orozco seguía en brindis con sus acompañantes, quienes no fueron identificados.

El exrector Vera Jiménez fue subido a una camioneta blanca que arrancó con rumbo desconocido. Le siguieron dos vehículos similares con elementos policiacos y, atrás, el fiscal Salazar Núñez en un vehículo compacto.

Durante la detención, los acompañantes del exrector preguntaron a dónde lo llevarían. Las autoridades respondieron que “a certificar” y luego a ponerlo a disposición de un juez.

Entonces comenzó la confusión. Unas versiones decían que había sido trasladado a la propia Fiscalía Anticorrupción en Cuernavaca, pero poco a poco se consolidó la versión de que fue llevado directamente al penal de Atlacholoaya, donde habría sido certificado y puesto a disposición de un juez.

Esta misma noche se llevará a cabo la audiencia de garantías para determinar la legalidad de la detención.

Una hora después de la detención, el poeta Javier Sicilia, fundador del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, demandó en conferencia de prensa la inmediata liberación y presentación de Vera Jiménez.

Esta “nueva ignominia”, dijo, es el último paso de “la persecución política” de Graco Ramírez contra Vera. Recordó que, a lo largo de estos años, “le han inventado de todo al (ex)rector y hasta el momento no le han comprobado nada”.

Más tarde, universitarios y miembros de la sociedad civil acudieron a los juzgados de control y juicios orales para realizar una protesta. Otras personas tiraron huevos al Palacio de Gobierno y al Tribunal Superior de Justicia.

La protesta terminó con la presencia del senador independiente Alejandro Encinas y del exdiputado federal Gerardo Fernández Noroña, quienes manifestaron su solidaridad y demandaron la inmediata libertad del académico. (Jaime Luis Brito / apro)

0 comentarios:

Publicar un comentario