sábado, 27 de enero de 2018

enero 27, 2018
PARÍS, 27 de enero de 2018.- Sophie Spatz (46 años, casada) acusa a Gérald Darmanin (35 años), ministro del Presupuesto, ex portavoz de Nicolas Sarkozy, de violación o intento de violación. La justicia ha decidido abrir una «investigación preliminar» que no prejuzga lo fundado o infundado de tales acusaciones, que abren un frente de incertidumbre política muy sensible.

En su día, Darmanin fue una de las grandes revelaciones políticas personales de Nicolas Sarkozy, hijo de una familia de inmigrantes norteafricanos, estudiante brillante, político brillante y muy prometedor.

Elegido presidente de la República, Emmanuel Macron lo nombró ministro de los presupuestos del Estado, un puesto políticamente significativo. Siete meses más tarde, una señora casada y su esposo, Pierre y Sophie Spatz, han presentado una querella por violación o intento de violación contra Darmanin, que ha respondido presentando otra querella por difamación contra la pareja que lo acusa. Por el momento, se trata de un «duelo» de palabras, dos versiones enfrentadas y antagónicas.

Gérald Darmanin, ministro del Presupuesto. (Paris Match)

Según sus abogados de la pareja acusadora, los denunciantes han presentado una colección de SMS y correos electrónicos, afirmando poseer «pruebas» del intento de violación, «hace años».

«Montaje difamante»

Por su parte, los abogados del ministro denuncian un «montaje difamante», afirmando que Sophie Spatz ya habría sido condenada, en otras ocasiones, por otros proyectos de «chantaje y difamación». Ante la gravedad de las acusaciones, la justicia ha decidido abrir una «investigación preliminar», que deja abiertas todas las posibilidades, entreabriendo el riesgo de un escándalo potencial. Abierta la «instrucción preliminar», la justicia tiene tres alternativas.

Si los instructores encontrasen motivos de duda o sospecha, podría abrirse una información judicial, comenzando entonces un largo y complejo proceso, que no prejuzga ningún delito, de entrada.

Si los instructores encontrasen informaciones, datos o elementos de juicio claros y precisos, las dos partes enfrentadas podrían ser citadas ante un tribunal, directamente.

Por último, tampoco es posible descartar que, finalmente, la instrucción preliminar no aporte revelaciones dignas de crédito. Y, en ese caso, la investigación preliminar cerraría el caso.

Tratándose de un ministro joven, con un futuro político bien probable, el caso de Gérald Darmanin pudiera tomar un sesgo político con relativa facilidad, cuando las campañas feministas de distinta sensibilidad confieren a este tipo de denuncias una visibilidad llamativa e inquietante. (Juan Pedro Quiñonero / ABC)

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