Pedro Echeverría V.
1. La primera semana de diciembre, de tanto ver y escuchar los discursos y análisis de Fernández Noroña, Julio Hernández y Carmen Aristegui, me emocioné pensando en que la masiva batalla que daríamos contra la Ley de Seguridad Interna (LSI) que el gobierno buscaba aprobar con la cámara de senadores después que lo hiciera en el congreso con los diputados. Desesperado por viajar a la CDMX para colaborar con la gente y observar los avances de las luchas políticas, estuve allí desde el sábado 9 y tuve que regresar el miércoles siempre decepcionado, desanimado, pero explicándome seriamente la real situación; las batallas de protesta, de oposición, no marchan como uno quisiera, responden a condiciones muy concretas.