BARCELONA, 29 de septiembre de 2017.- Grupos de activistas en favor del referéndum han empezado a ocupar algunas escuelas de Barcelona previstas como colegios electorales para la consulta del próximo domingo 1 de octubre. Padres, alumnos y vecinos han organizado jornadas lúdicas y actividades durante todo el fin de semana para mantener abiertos los centros educativos e intentar burlar así la orden del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña de cerrar las escuelas de cerrar el domingo las escuelas habilitadas como colegios electorales. Asociaciones de padres y madres (AMPA) y la plataforma Escoles Obertes se han conjurado en los últimos días para alentar a los ciudadanos a mantener los colegios abiertos.
El timbre que anuncia el final de las clases ha sonado, como de costumbre, entre las cuatro y las cinco de la tarde en muchas escuelas de Barcelona. Pero las puertas de los colegios, sin embargo, permanecen abiertas. Aprovechando las fiestas del barrio o unas improvisadas jornadas festivas, las familias han empezado a organizarse para pasar la noche del viernes y del sábado en sus centros escolares. Entre las actividades convocadas hay fiestas de pijama, acampadas, talleres didácticos y comidas populares.
En el Guinardó, en la escuela Torrent d'en Melis, medio centenar de padres permanece en el patio, donde en breve comenzarán actividades que está previsto que se prolonguen hasta el domingo, cuando el centro debería abrir como colegio electoral. Jordi, padre del centro, asegura que la movilización de este fin de semana "no solo tiene que ver con el independentismo, sino con la necesidad de romper con el régimen del 78". Participará en las actividades de este, convencido de que la "ofensiva" del Gobierno, durante la última semana, "que se ha salido de madre", ayudará a mejorar la participación.
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Unas familias entran a la escola Univers del barrio de Gràcia CARLES RIBAS |
Padres y madres del colegio Univers, en el barrio de Gràcia, también han entrado dentro del colegio dispuestos a pasar el fin de semana. Han iniciado una asamblea y, como el centro acoge a niños de 18 nacionalidades diferentes, harán declaraciones en varios idiomas con servicio de traducción en inglés, italiano y euskera, entre otros idiomas. Una treintena de padres se quedará a pernoctar en la escuela. Marta Cruz, de 44 años, madre de un alumno, ha afirmado: "Tener que organizar un concierto", en alusión a la acción reivindicativa, "es como volver a tiempos pretéritos". La acción se realiza con la complicidad de la directora del centro, a quien le han retirado las competencias hasta el lunes hasta el lunes. Los niños, ajenos al conflicto, juegan mientras en un patio chapoteando con el barro y el agua.