CIUDAD DE MÉXICO, 10 de junio de 2017.- Los últimos seis años en la vida de Mireya Agraz Cortés fueron un ir y venir por juzgados familiares enfrascada con Leopoldo Olvera Villa en un proceso de divorcio y en una pelea legal por la guarda de sus tres hijos: un niño de 10 años y unas gemelas de 6 años.
En la cama estaban los pequeños Emiliano y las gemelas Aranza y Regina. Junto a ellos estaba una Biblia, un Cristo de madera y la carpeta con un recado póstumo. A un costado de la cama estaba Mireya, de 38 años, egresada de la carrera de mercadotecnia en la Universidad del Valle de México. Sobre un catre yacía su padre, Enrique, de 70 años, y al pie de la puerta estaba su esposa, Rosa María, a quien paramédicos le salvaron la vida.
Consta en el expediente 1490/2014 del Juzgado 11 Familiar, que Mireya perdió la custodia de los niños el mes pasado, pues tenía antecedentes de trastorno psicológico y agresividad. Sin embargo, se rehusó a entregarle sus hijos a su ex esposo, un empresario del que se separó en 2011. La mujer fue multada dos veces por incumplir la determinación de un juez; apeló y usó todos los recursos posibles para desacatarla, pero según su mensaje póstumo, prefirió matar a los niños que estar separada de ellos.
En ese proceso judicial hubo acusaciones mutuas, desde alienación parental en favor de la madre hasta un supuesto abuso sexual por parte del padre.
Todo se remonta a septiembre de 2011 con la demanda de divorcio y concluyó el miércoles en una casa de San Jerónimo.
Mireya y sus padres, Enrique y Rosa María, decidieron poner fin a sus vidas y la de los tres niños. Los seis ingirieron un coctel de medicamentos. La abuela Rosa María sobrevivió.
Unos días antes, la Juez 10 Familiar, Cristina Espinosa Roselló, había determinado que la guarda y custodia de los menores quedaría en manos de Leopoldo, el padre.
Mireya se había negado a entregarlos. Los niños dejaron de ir a la escuela y vivían encerrados y orando en la casa de San Jerónimo.
Jesús Mora Larrizabal, uno de los abogados que tuvo la madre, 38 años de edad, afirmó en entrevista radiofónica que la decisión de Mireya estuvo motivada por el acoso de su exesposo, al que incluso habían denunciado por presunto abuso sexual de los menores.
La denuncia fue desestimada por la Procuraduría y enviada al no ejercicio de la acción penal.
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Mireya Agraz Cortés. (Facebook) |
Ayer, los cuerpos de Mireya y su padre fueron velados al sur de la Ciudad. En otro punto, Leopoldo y su familia velaron a los tres niños.