sábado, 11 de noviembre de 2017

noviembre 11, 2017
MÉRIDA, Yucatán, 11 de noviembre.- Durante muchos años, Rubí Canché Castillo, trabajó como intendente en una escuela indígena, un oficio digno que le ayudó a sacar adelante a su hijo, pero que no cumplía sus aspiraciones de vida y sus deseos de tener su propio taller de costura.


Pero sus ganas de salir adelante y el esfuerzo que impuso le permitieron poco a poco cumplir este sueño, que el año pasado se consolidó al obtener un Crédito Social de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) con lo que adquirió material y equipamiento.

“Paso a paso he logrado mis metas y estoy muy agradecida por estos apoyos que nos ofrecen para concretar nuestros sueños. Con mi proyecto me otorgaron 23 mil pesos que en ningún lado me daban con tantas facilidades y ahora puedo hacer trabajos de calidad en el taller”, puntualizó.

Y es que en el taller de “Diseños Rubí Canché” que se ubica en la colonia Xoclán Susulá se confeccionan desde vestidos de novia, quince años, bautizos, alta costura, hasta disfraces y reparaciones.

Con gran entusiasmo, esta jefa de familia recibió al titular de la Sedesol, Mauricio Sahuí Rivero en la nave de la Casa de las Artesanías de la Feria Yucatán 2017 en donde exhiben sus productos.

El funcionario estatal se congratuló por el trabajo que realiza Rubí y otras mujeres que a través del programa de Créditos Sociales o de los Consejos Comunitarios se fortalecen y ven grandes beneficios para sus familias.

Destacó que lo que se necesita para que más mujeres salgan adelante, es que no encuentren obstáculos y tengan opciones para poder emprender.

"Por eso hoy en el Gobierno del Estado que encabeza Rolando Zapata Bello se dispone impulsar la productividad y a las mujeres para que puedan realizarse y consolidar sus negocios y de esta manera saquen adelante a sus hijos ", subrayó.

En su visita al recinto ferial, Sahuí Rivero también platicó con Antonia Villasis Pérez, vecina de Maní, que forma parte de los Consejos Comunitarios de la Sedesol y a través de los diversos apoyos que se otorgan junto con cuatro mujeres tienen un taller de bordado.

Doña Antonia platicó que es gracias a este trabajo que iniciaron hace cuatro años que puede adquirir sin contratiempo sus medicamentos para taquicardia que padece y estar más tranquila.

“Desde los nueve años aprendí a bordar en la máquina y no pensé que a mis 59 años pudiera tener un taller y tener una producción importante y con buenas ventas. Estamos muy agradecidas con el Gobierno del Estado por las oportunidades que nos dan”, puntualizó. (Boletín)

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