jueves, 17 de agosto de 2017

agosto 17, 2017
Pedro Echeverría V.

1. Decenas de miles de campesinos y otros sectores del pueblo mexicano se manifestaron ayer en la ciudad de México para repudiar el TLCAN. Saben que los negociadores mexicanos representan a los intereses empresariales; incluso que más de 50 de los directivos de las empresas viajaron para presionar en las negociaciones. Las masivas manifestaciones son importantes, pero la presencia empresarial en los anexos de las negociaciones son determinantes. ¿Puede olvidarse que en la izquierda en México combatimos con fuerza las negociaciones del TLC en 1992, 93, 94 y que el levantamiento indígena del EZLN en Chiapas, también lo combatió por negativo a los trabajadores? 

2. Por ello cuando se exigió ayer que se aumentaran los salarios de los trabajadores en México por ser muy miserables, de manera automática surgió el grito negativo de alarma: “No, no es posible equiparar automáticamente los salarios de México con los de Estados Unidos y Canadá, lo que sólo se logrará con el tiempo; hacerlo ya, desequilibrará la economía del país”. Sobre esa propuesta hecha por el gobierno de Estados Unidos, como un argumento más sobre la pérdida de empleos en ese país tras la migración de puestos laborales a México, el empresario dijo que es de los temas difíciles y deberá ser abordado con responsabilidad y en el momento correspondiente. México cerró la discusión.

3. La realidad es que el TLC sigue siendo muy lesivo para la economía mexicana porque si bien ha aumentado la cantidad de negocios de algunos miles de millonarios que se han hecho multiricos, ha obligado a millones de empresas medias, pequeñas y micros a cerrar sus puertas y a despedir a millones de trabajadores que se han hecho migrantes, del comercio informal o de plano en multiplicado la llamada delincuencia. Cuando Trump se queja que México ha salido ganando con el TLC hay por lo menos dos lecturas: a) que es la forma estratégica de presionar de Trump y b) que los ricos mexicanos han ganado mucho pagando salarios miserables a sus trabajadores.

4. Trump tiene una táctica de negociación: golpear y retirarse, amenazar y calmarse, criticar duro y guardar silencio, aparentar llorar y burlarse a escondidas. Es tan hijo de puta como todos sus antecesores, sólo que más inmaduro o tramposo. Amenaza con salirse del TLC, pero si México y Canadá deciden arrodillarse y otorgarle todas las ventajas aceptará continuar. México es un pobre esclavo –sobre todo con la presión de los empresarios que lo presionan- dispuesto a obedecer, pero Canadá sabe que sacará más con el TLC y está usando todas sus estrategias para continuar junto a los EEUU aunque éste rompiera. ¿Será que México no reclame a favor del campo mexicano que lleva 25 años en la miseria?

5. Me gustaría que México y Canadá no fuera esclavos y tuvieran la dignidad y el espíritu de defensa y de lucha de Corea del Norte y Venezuela. Estos dos países -a pesar de las enormes campañas de calumnias que se han desatado contra ellos en los malditos y vendidos medios de información- seguramente se mantendrán firmes a pesar de las amenazas de bombardeos y golpes de Estado contra ellos. Pienso que en las negociaciones del TLC nunca levantará México la cabeza para mostrar que tiene algo de dignidad. Ha acudido a esas negociaciones para suplicarles a los yanquis que no se retiren de ellas porque los empresarios están muy atados en los negocios. (17/VIII/17)

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