martes, 18 de julio de 2017

julio 18, 2017
RATISBONA, Alemania, 18 de julio de 2017.- Al menos 547 niños del coro de la catedral de Ratisbona, en el sur de Alemania, fueron víctimas de abusos físicos y sexuales entre 1945 y principios de los años 90, según revela el informe final de la investigación sobre el escándalo. Una cifra muy superior a las publicada en enero de 2016, cuando un informe intermedio habló de 231 víctimas. Hasta febrero de 2015, las autoridades católicas locales solo habían reconocido 72.

Según ha indicado el abogado Ulrich Weber, encargado de arrojar luz sobre lo ocurrido, la violencia fue infligida, sobre todo, a los estudiantes de tercero y cuarto de primaria de los conocidos en Alemania como 'Regensburger Domspatzen' (Los gorriones de la catedral de Ratisbona). El informe documenta maltrato físico, castigos como la privación de alimentos y 67 agresiones sexuales, incluyendo violaciones.

El entonces papa Benedicto XVII junto a su hermano Georg Ratzinger, quien dirigió el coro de niños de Ratisbona entre 1964 y 1990, cuando se dieron la mayoría de los abusos (Getty)

En el estudio se recogen casos que van de caricias y tocamientos a violaciones, así como castigos físicos tales como palizas, bastonazos y golpes con todo tipo de objetos, fueran llaveros o gruesos anillos. Asimismo se podía obligar a los niños a comer, cuando no querían, o se les negaba todo alimento, a modo de castigo.

En el centro se respiraba un ambiente «infernal», relata el autor del informe, según el cual algunas de esas víctimas describían su situación en el lugar como similar a un «campo de concentración».

El abogado Ulrich Weber, autor de la investigación, presentó las conclusiones de su trabajo, en el que se constata que los responsables de la escuela debieron tener al menos «conocimientos superficiales» de lo que estaba ocurriendo, entre ellos también Georg Ratzinger, hermano del papa emérito Benedicto XVI.

Ratzinger, de 93 años, fue director musical del coro entre 1964 y 1994 y cuando salieron a la luz pública los primeros indicios del escándalo, en el 2010, hablando entonces de unos cincuenta casos de abusos, calificó esas informaciones de «locura».

"Los afectados describieron sus años escolares como una prisión, como un infierno y como un campo de concentración. Muchos se referían a esos años como la peor época de su vida, caracterizada por el miedo, la violencia y el desamparo", ha señalado el letrado.

Las víctimas de abusos del coro de la catedral de Ratisbona serán indemnizadas ahora con hasta 20.000 euros (23.000 dólares). En el informe se explica que la gran mayoría de episodios de violencia física descubiertos eran punibles. No obstante, dado que los delitos cometidos han prescrito, ya no pueden ser juzgados ante los tribunales.

Como principales responsables de los abusos figuran el director de la escuela de primaria y su prefecto, aunque se cree que además de ellos en la catedral había más personas que tenían conocimiento de las agresiones cometidas contra los menores. En este sentido, Weber habló de una "cultura del silencio" que buscaba, en primer lugar, salvaguardar el nombre de la institución.
El papel del hermano del Papa Benedicto XVI

El escándalo generó gran interés a nivel internacional cuando salió a la luz debido a que el hermano del Papa Benedicto XVI, Georg Ratzinger, fue director de la coral durante 30 años, concretamente entre 1964 y 1994.

"Si hubiera conocido los excesos de violencia que se estaban utilizando, habría hecho algo (...) Pido perdón a las víctimas. Al principio, yo también daba bofetadas, pero siempre tuve mala conciencia", dijo Georg Ratzinger en una entrevista concedida en 2010 a la prensa alemana. En un primer momento, Ratzinger, de 93 años, calificó las informaciones sobre los abusos de "locura".

El abogado Weber considera que al hermano de Benedicto XVI "se le reprocha haber mirado para otro lado y no haber tomado medidas al respecto". (El Mundo / EFE)

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