miércoles, 28 de junio de 2017

junio 28, 2017
Imam Azhar Goraya

El pecado es un obstáculo en la ruta de la salvación, y para muchos la salvación sólo se ve cómo la liberación desde nuestros vicios. Según el Islam, la salvación se basa en el amor de Dios, cuando hay amor desde ambos lados: de parte de Dios a su siervo, y de parte del siervo a Dios. El propósito de la religión es guiarnos en cuanto a crecer en la certeza de la existencia de Dios y sus atributos, en consecuencia encendiendo la llama del amor en el corazón del hombre cuando finalmente ve la cara perfecta de su Creador. Hadhrat Mirza Ghulam Ahmad (as), el Mesías Prometido, escribió acerca de salvación:

“Vosotros, los que buscáis a Dios: Prestad atención a mis palabras: Nada se puede comparar con la certeza. La certeza es lo único que rompe las cadenas del pecado; la certeza es lo único que infunde vigor para hacer el bien; la certeza es lo único que puede crear amor hacia Dios. ¿Pretendéis evitar el pecado sin la ayuda de la certeza? ¿Pretendéis controlar vuestras pasiones sin la ayuda de la certeza? ¿Aspiráis a alcanzar la satisfacción sin ayuda de la certeza? ¿Pensáis que vuestras vidas pueden ser transformadas en pureza sin ayuda de la certeza? ¿O que es posible alcanzar la verdadera felicidad sin la certeza? ¿Creéis que existe algún tipo de redención en el mundo que os pueda liberar del pecado? ¿Acaso la supuesta sangre del hijo de María os eximirá del yugo del pecado? Absteneos de proferir una mentira que puede hacer saltar la tierra en pedazos. El mismo Jesús tuvo necesidad de la certeza para su propia salvación y fue salvado porque la tuvo.

Desdichados los que engañan al mundo proclamando haber sido redimidos gracias a la sangre de Jesús, mientras se encuentran sumergidos en el pecado desde la cabeza hasta los pies. No conocen a su Dios. Sus vidas discurren placenteramente. Se embriagan de vino, pero la embriaguez pura que descienden del cielo les es extraña; desconocen totalmente los parabienes de una existencia purificada al lado de Dios.

Tened presente que sin la fe, no podréis salir de la oscuridad, ni recibir al Espíritu Santo. Bienaventurados los que tienen fe, porque podrán contemplar a Dios. Bienaventurados los que disipan sus dudas, porque encontrarán la salvación. Bienaventurado tú, cuando recibas el tesoro de la fe, porque con él pondrás fin a tus pecados.

La fe no puede coexistir con el pecado. ¿Introduciríais la mano en un agujero sabiendo que contiene serpientes venenosas? ¿Permaneceríais junto a un volcán en erupción, en un paraje fulminado por los rayos, frente aun feroz león o donde la peste esté causando estragos? Si tuvierais la misma convicción respecto a Dios que sobre la serpiente, el rayo, la lava o la peste, no osaríais rebelaros contra los mandamientos divinos ni romper la relación de amor y fidelidad que os une a Él, condenándoos al castigo.”
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Para aprender más acerca del Islam puede asistir a las clases del Sagrado Corán todos los domingos a las 12 pm. También todos los jueves a las 7 pm a las reuniones con temática Islámica que se llaman Café, Pastel e Islam.

La Mezquita de la Comunidad Musulmana Ahmadía (Calle 60 x 51 No. 453ª, Centro de Mérida, Yucatán)
999 129 4594 (cel. + whatsapp),  999 924 2222 (mezquita)
comunidadmusulmanaahmadia@gmail.com
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