viernes, 30 de junio de 2017

junio 30, 2017
Pedro Echeverría V.

1. En la cárcel sólo deberían estar los altos y medios funcionarios, los grandes empresarios que, a pesar de sus muy abultados ingresos y salarios, siguen atracando para sí, todo lo que está a su alcance. Al contrario, ninguna persona que ha estado sin trabajo 15 días, un mes y más, sin ningún tipo de ingresos, debe pisar la cárcel. Al contrario, el gobierno está obligado a conseguirle un empleo para que no tenga necesidad de robar. Aunque ya Marx, sobre todo los anarquistas Proudhón y Bakunin, habían demostrado que “la propiedad –sobre todo la gran propiedad- es un robo”. ¿O quiénes crean las riquezas de un país sino son los campesinos, los obreros, los artesanos, las amas de casa?

2. Los que hemos visitado a presos en las cárceles y hemos leído estudios sobre el sistema de prisiones en México (Yo visité a los presos políticos de Lecumberri (mis amigos) entre 1966/68 por lo menos cada domingo durante uno o dos años). Estos presos (unos 70) eran de “categoría” porque casi todos de dos o tres crujías eran profesionistas, con familias de las clases medias y con un alto nivel de preparación política; sin embargo las otras 10 crujías –“la de los presos comunes”- estaban llenas a reventar y el 99 por ciento pertenecía a las clases pobres, miserables y de desempleados. Así están las cárceles hoy donde habitan presos que no pueden pagar a ningún abogado, reunir una fianza y no tienen a nadie que los auxilie.

3. Por ello, ante la feroz represión y el brutal espionaje que se ha desatado en los años recientes, es fundamental que la población sea consciente que la represión del gobierno siempre ha sido selectiva: contra los opositores, los luchadores sociales, el pueblo más jodido y desesperado. Por el contrario, los empresarios millonarios, los funcionarios ladrones jamás pisan la cárcel porque son tantos millones de pesos o dólares que se roban que les alcanza para dividir entre sus cercanos. Hoy han declarado que muchos presos a los pocos días o semanas de salir de la cárcel vuelven a delinquir por falta de empleo. Por ello la propuesta que hago es que nadie pise la cárcel por falta de empleo y que el gobierno tiene la obligación de solucionar este problema. (30/VI/17)

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