lunes, 12 de junio de 2017

junio 12, 2017
CIUDAD DE MÉXICO, 12 de junio de 2017.- En nuestro país la tasa de ocupación laboral de la población infantil (cinco a 17 años) es de 8.4 por cada 100 niños; es decir, 2, 475, 989 niños trabajan en nuestro país. De ellos, nueve de cada 10 (89.6%) realizan actividades no permitidas, cuatro de cada 10 (37%) no asisten a la escuela, cuatro de cada 10 (42.5%) no reciben ingresos y 28.8% perciben hasta un salario mínimo.

Además, en el 2015, 5.7 de cada 10 niños realizan quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas y tres de cada 10 niñas (29.7%) exceden 28 horas laborales a la semana, situación que presentan 4.7% de los niños.

Según la Organización Internacional del trabajo (OIT): “El trabajo infantil perpetúa el círculo vicioso de la pobreza e impide que los niños adquieran las calificaciones y la educación necesarias para asegurarse un futuro mejor. Asimismo, las consecuencias de ese nocivo fenómeno van mucho más allá de la niñez: recaen también sobre la economía de un país, pues éste pierde competitividad, productividad e ingresos potenciales”.

168 millones de niños, víctimas del trabajo infantil en todo el mundo.

Sobre la base de estos ideales, la Convención sobre los Derechos del Niño exhorta en su artículo 32 a proteger a las niñas y niños de ser víctimas de explotación económica y de desempeñar cualquier trabajo que pueda ocasionarles daño, entorpecer su educación o que sea perjudicial para su salud y desarrollo.

El problema es que las cifras incluso a nivel mundial siguen rebasando estos ideales, por lo que el 12 de junio, se ha designado como el Día Mundial contra el Trabajo Infantil. Del total de menores ocupados en nuestro país, 69.8% son niños y 30.2% son niñas. Lo anterior representa una tasa de 11.5 ocupados por cada 100 niños y 5.2 ocupadas por cada 100 niñas. En áreas menos urbanizadas, la tasa de ocupación es mayor, pues en las primeras se presenta en 10.3 y en las segundas, en 5.9 por cada 100 niñas y niños de cinco a 17 años.

Según la 18a Conferencia Internacional de Estadísticos del Trabajo, los niños de cinco a 11 años no deberían realizar ningún tipo de actividad laboral; el grupo de 12 a 14 años, únicamente trabajos ligeros que no perjudiquen su salud o desarrollo y no impidan su asistencia escolar; en tanto que los mayores de 14 años pueden tener un trabajo regular, quedando fuera actividades y condiciones consideradas en la categoría de trabajo peligroso y peores formas de trabajo infantil. Al separar por grupos de edad se observa que de los niños y niñas ocupados, 14.0% tienen de cinco a 11 años, 21.8% de 12 a 14 y 64.2% de 15 a 17 años.

En cuanto al sector de la actividad económica en el cual se ocupan, ésta se concentra en actividades agrícolas, ganaderas, forestales, caza y pesca (30.2%), en tanto que 23.2% son trabajadores de apoyo en la minería, construcción e industria. Tres de cada 10 (29.8%) niños de cinco a 17 años en ocupación no permitida se encuentran en actividades agropecuarias, 25.3% en servicios y 22.6% en comercio. Por sexo, 36.8% de los niños está en actividades agropecuarias y 21.4% en servicios; por su parte, 35.5% de las niñas se encuentra en servicios y 34.5% en comercio.

Por su parte, la Ley Federal del Trabajo en su artículo 177 indica que la jornada de trabajo de los menores de 16 años no podrá exceder de seis horas diarias y deberán dividirse en periodos máximos de tres horas. En este sentido, tres de cada 10 (27.5%) niñas y niños en ocupación no permitida laboran hasta 14 horas a la semana, 24.7% trabaja más de 14 a 36 horas y 27.1% sobrepasa 36 horas.

Trabajo en el hogar

Pese a que el trabajo infantil puede ser visto en el hogar como una opción para que los menores adquieran responsabilidades y desarrollen habilidades, o bien, para que con su aportación la familia reciba un ingreso más que mejore el ingreso total al hogar, a largo plazo afecta el nivel educativo de la población, la productividad de la fuerza laboral y su competitividad

El trabajo doméstico en condiciones no adecuadas se define como “el conjunto de actividades domésticas que ponen en riesgo, afectan la salud o desarrollo de los niños, niñas y adolescentes”, según el Inegi, se define así cuando se da en un medio insalubre que supone la manipulación de equipos peligrosos o cargas pesadas, en lugares peligrosos, o bien, en horarios prolongados.

En la actualidad 1, 686, 740 niñas, niños y adolescentes de cinco a 17 años realizan quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas, lo que representa una tasa de 5.7 menores de estas edades. Por sexo, 5.5 de cada 100 niños y 6.0 de cada 100 niñas de cinco a 17 años se encuentran en esta situación.

El tiempo dedicado a los quehaceres domésticos de estos menores señala un mayor lapso en las mujeres de cinco a 17 años, ya que tres de cada 10 (29.7%) excede 28 horas a la semana, situación que presenta 4.7% de los hombres.
(Con información del Inegi). (El Economista)