miércoles, 28 de junio de 2017

junio 28, 2017
Edith Gómez / 28-VI-17

¿Te acuerdas cuando eras niño? Hacías las cosas a tu manera y no dejabas que nadie se interpusiera en tu camino. Pero no siempre somos niños, empezamos a crecer, a desarrollarnos, a formar nuestra personalidad, y muchas cosas van cambiando con el pasar de los años.

A diferencia de cuando éramos niños, nos dejamos llevar por tendencias, por críticas e incluso por pensamientos que podamos tener. Muchas cosas nos empiezan a atacar: el temor, la flojera, el desgano, y excusas como: no tengo dinero, no tengo tiempo, no estoy en edad, nunca lograré tener el cuerpo que quiero, prefiero quedarme así.

Nosotros mismos terminamos siendo nuestro mayor obstáculo y tiramos a un lado nuestras convicciones, nuestra fortaleza, nuestras capacidades. Superar los demonios individuales no es fácil para nadie, no lo fue para el futbolista Cristiano Ronaldo y sus 4 balones de oro, tampoco para la bailarina Misty Copeland, cuyo cuerpo y edad no eran los indicados para dedicarse a esta expresión artística.


No importa lo descabellada, inalcanzable, tonta o difícil que pueda ser tu meta, lo mejor es pensar que lo puedes lograr. No importa si quieres convertirte en el mejor futbolista del mundo, dejar el sedentarismo, reducir tu nivel de estrés, enriquecer tu calidad de vida o deshacerte de esos rollitos para tener más seguridad. Hay desafíos que superar si de verdad te interesa lograrlo.

¿Quieres o no tener una vida distinta?

Primero es importante saber en dónde estás estancado y preguntarte a ti mismo: ¿quiero o no tener una vida distinta? Si tu respuesta empieza a dar muchas vueltas en torno a las dificultades que se puedan presentar o la flojera que te dará ir al gimnasio, entonces necesitas pasar al siguiente reto:

1. Ten clara tu motivación

Ya sea natación, voleibol, futbol, danza, o cualquier actividad. Sin importar la actividad de tu interés, es importante conocer lo que te motiva y mantenerlo.

Esto te ayudará a que en caso de cualquier tropiezo, te levantes y continúes esforzándote al máximo. Encuentra lo que buscas: retos por vencer, autoestima, seguridad o diversión.

2. Fortalece tus ideas

Muchas veces compartimos con amigos o familiares nuestras ideas, lo que queremos hacer, y ocurre que recibimos respuestas no muy alentadoras o criticas destructivas en lugar de afecto y ánimo.

Nos hacen dudar, tener miedo o incluso renunciar a nuestra idea. Si ya diste el primer paso y superaste tus propias dudas, no dejes que nadie sea un obstáculo para ti, ve a por tus sueños y no te tires a toalla.

“No te rindas nunca, porque nunca sabes si el próximo intento será el que funcionará” (Mary Kay Ash, https://gananci.com/frases-de-superacion/)

3. No te dejes mal influenciar
No permitas que nadie diga que eres incapaz de hacer algo, todo el mundo es capaz de conseguir lo que se proponga.

Si tienes un sueño, debes conservarlo, y luchar por él, lucharás, te rendirás, volverás a intentarlo, puede que te tropieces, pero te levantarás y seguirás.

Precisa tus prioridades, si deseas con todas tus fuerzas lograr lo que te planteas, no toleres que nadie te haga cambiar de parecer. Eres tú quien establece tus prioridades y lo que te hace sentir bien.

4. Come saludable y sé feliz

Tener un estilo de vida saludable nos prepara para una mejor calidad de vida, reduciendo las probabilidades de tener problemas de salud, de comportamiento, de atención e incluso de sueño.

Considera la importancia de una buena alimentación y corrobóralo con un especialista. Comer saludable no se trata de dejar de comer, sino de un estilo de vida que te ayudará a tener una mejor calidad de vida.

5. Nunca dependas de nadie

Si entrenas acompañado, ya sea con un entrenador personal o algún compañero, no dependas en gran manera de este.

Tú conoces tus capacidades y nadie puede exigir más de ti que tú mismo, de lo contrario, serás vulnerable a las debilidades de otros.

6. Diviértete

Cuando sientas desgano, flojera, dudas o quieras tirar la toalla, recuerda cómo te sentías antes de empezar a hacer esa actividad física. ¿Libre, más feliz?

No lo olvides, trata de enfocarte también en tu estado de ánimo además de tu físico, motívate cada vez más.

7. Cambia tu perspectiva

Antes, todos éramos imparables, corríamos, subíamos, bajábamos y nos manteníamos llenos de energía. Disfruta el ejercicio, pues no hay nada peor que hacer algo por obligación. Todo está en la perspectiva.

8. Sé mejor cada día

La vida es un continuo ejercicio de superación. Todos queremos alcanzar la máxima felicidad posible, y sabemos que esta pasa por lograr ser mejores personas. Plantearte desafíos todos

los días puede ayudarte mucho. Sigue el ejemplo de las personas que más admiras y conviértete en una fuente de inspiración para los demás.

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