lunes, 15 de mayo de 2017

mayo 15, 2017
WASHINGTON D.C., 15 de mayo de 2017.- La Casa Blanca tildó el lunes de “falsa” la filtración publicada por el periódico The Washington Post que apunta a que el presidente, Donald Trump, reveló información secreta sobre el Estado Islámico (EI) al ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov.

“El artículo es falso”, apuntó en una breve comparecencia el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, el teniente general H.R. McMaster, quien aseguró que Trump no reveló “fuentes, métodos u operaciones militares” a Lavrov, pese a que el Post no habla de eso en su información.

Según el rotativo, lo que Trump proporcionó a Lavrov fue información relacionada con la posibilidad de que los yihadistas utilicen ordenadores portátiles para realizar algún tipo de ataque terrorista en vuelos comerciales, unas afirmaciones a las que McMaster no aludió en el desmentido.

“Yo estaba ahí, no sucedió”, insistió el teniente general H.R. McMaster. (CNN)

La información fue proporcionada por un país aliado de Estados Unidos y su contenido es tan secreto que ni siquiera otros de sus socios han recibido ese tipo de datos, según las fuentes citadas en exclusiva por el Post y que también ha cotejado The New York Times.

“Yo estaba ahí, no sucedió”, insistió McMaster, quien sin embargo admitió que Trump y Lavrov hablaron sobre un “abanico de amenazas comunes” incluyendo “amenazas a la aviación comercial”.

El asesor también participó del encuentro entre Trump y Lavrov celebrado el pasado miércoles el secretario estadounidense de Estado, Rex Tillerson, quien, en la misma línea que McMaster, negó que se hablara sobre “fuentes, métodos o operaciones militares”.

Ni McMaster ni Tillerson negaron que Trump revelase información secreta a Lavrov en sus reacciones al artículo.

El reporte del Post decía que el presidente, Donald Trump, reveló información altamente clasificada al ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, y al embajador de ese país cuando los recibió la semana pasada en la Casa Blanca, informó el 15 de mayo The Washington Post.

Trump se salió del guión marcado para la reunión con el canciller Lavrov y el embajador ruso en Washington, Serguéi Kislyak, el pasado miércoles para discutir información altamente secreta sobre planes terroristas del Estado Islámico (EI).

Los detalles de esta información son tan secretos que ni siquiera aliados estadounidenses han recibido ese tipo de datos, según aseguran funcionarios estadounidenses en funciones y retirados consultados por el diario washingtoniano.

La información estaría relacionada con la posibilidad de que ordenadores portátiles puedan ser utilizados en vuelo para realizar algún tipo de ataque terrorista, algo que ya ha llevado a EEUU a prohibir portar computadoras portátiles en el equipaje de mano en vuelos procedentes de Oriente Medio.

Según la exclusiva del periódico, Trump discutió con los rusos las capacidades de espionaje de un aliado estadounidense clave que obtuvo la información sobre esos planes terroristas del EI.

Además, Trump reveló el territorio bajo control de los yihadistas donde el socio estadounidense consiguió la información secreta de espionaje.

La Casa Blanca inmediatamente informó a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) para reducir el impacto de las revelaciones que, pese a no revelar métodos de espionaje utilizados, podría afectar a la capacidad de Washington y sus aliados para detectar nuevas amenazas.

El socio estadounidense que proveyó a Washington con esta información clasificada sobre el EI no autorizó compartir estos secretos con Rusia, por lo que la cooperación en inteligencia puede verse afectada.

Además, fuentes de inteligencia consultadas por el diario temen que Rusia pueda identificar las técnicas de espionaje utilizadas en este territorio del EI, que pueden ser usadas también para detectar la presencia rusa en Siria.

Pese a todo, el presidente tiene protección ante la ley para compartir y transmitir información clasificada, por lo que no habría incurrido en una ilegalidad, como sí habría ocurrido en el caso de cualquier otro funcionario estadounidense.

Un funcionario que habló con el rotativo lamentó que, tras la conversación el embajador ruso, cuyas reuniones con miembros del equipo de Trump están en el centro del polémico intervencionismo del Kremlin en las elecciones de 2016 en EEUU, “seguro que envió un buen cable repleto de los detalles”.

La reunión de Trump con los enviados rusos, adversarios estadounidenses, fue vista como un problema de imagen inoportuno al darse un día después de que el presidente despidiera al director del FBI, James Comey, quien lideraba la investigación sobre la posible coordinación de la campaña presidencial de Trump con el Kremlin. (EFEUSA)