MÉRIDA, Yucatán, 11 de abril de 2017.- Debido a su presunta participación en el delito de homicidio calificado, el Juez Segundo de Control del Centro de Justicia Oral de Mérida (CJOM) vinculó a proceso a César Rogelio Reyes Barrueta (a) "El Huero" por el delito antes mencionado cometido el pasado 27 de marzo en el Fraccionamiento San Luis de esta capital.
En audiencia celebrada ayer por la tarde y con base en los datos de prueba obtenidos por la Fiscalía General del Estado (FGE), la autoridad judicial resolvió vincular a proceso al implicado, además de dictarle, como medida cautelar, prisión preventiva por un año.
Con base en la información contenida en la causa penal 69/2017, el vinculado a proceso participó en los hechos delictuosos que provocaron la muerte de la señora Ema Gabriela Molina Canto. Después de la audiencia, la FGE contará con cuatro meses como plazo de investigación complementaria para continuar con las indagatorias al respecto.
Al término de la audiencia de vinculación, la cual tuvo un breve receso, ya que la madre de la víctima, señora Ligia Canto, dijo sentirse mal y pidió unos minutos para estabilizarse, uno de sus asesores jurídicos confirmó a los representantes de los medios de comunicación que efectivamente el acusado amplió su declaración el sábado por la noche en los mismos términos que lo había hecho el día 6 de los corrientes, pero en forma más detallada.
Durante las investigaciones salió a relucir que César Rogelio, por encargo, estuvo días antes en Mérida y conoció a un conductor de la empresa Uber, con el que hizo amistad, con el argumento que también era chofer; en este caso estuvo al servicio del ex esposo de la ahora occisa, Martín Alberto Medina Sonda, cuando éste era funcionario de Tabasco.
Sin embargo, al arribar con sus coacusados y autores materiales del homicidio, el 26 de marzo pasado, los tabasqueños Oscar Miguel López Tovilla y Jonathan Mézquita Avalos, volvió a contactar al chofer de Uber, sólo para recibir la noticia que Carlos Francisco Ku Barrera había fallecido.
Eso lo supo al ponerse en contacto con la esposa de Ku Barrera, Violeta de Atocha Vidal Ortegón, que le indicó que el auto de su marido lo estaba trabajando Héctor Velázquez Campos.
El ahora vinculado estableció el contacto con este chofer y le pidió que le alquilara el Versa color rojo, con placas YZB-40-50, para sus diligencias, a lo que éste aparentemente aceptó por la suma de mil 500 pesos al día.
Es por eso que en dicho vehículo, los tabasqueños y el César Rogelio estuvieron vigilando a la víctima durante esos días, haciendo recorridos frecuentes frente a su domicilio.
Incluso, fueron captados por las cámaras de seguridad de la casa de un vecino donde pasaban constantemente e, incluso, entraban a vigilar al comprar refrescos en la tienda de la esquina, de nombre “La Guadalupana”.
También, los fiscales presentaron 17 imágenes de video, tanto de la casa del vecino, como del hotel Dolores Alba, donde estuvieron los autores materiales y Reyes Barrueta.
Se estableció que el “cuarto” elemento, que también estuvo viajando en el auto rojo, se hospedó en un lugar denominado “La Casa de Teté”, del fraccionamiento Los Pinos, cambiando de guarida a otro hotel del centro denominado “Doralba Inn”. El ahora procesado lo hizo en el “Hotel Casa del Temazcal”, situado en el Centro de Mérida.
Así también, que el de “nombre en sigilo” se fue en avión de Mérida, una vez cometido el homicidio y que el ahora vinculado lo hizo a bordo del Versa rojo, pagándole al chofer la cantidad de 10 mil pesos para que lo lleve a Ciudad del Carmen, Campeche.
Se espera que pronto se detenga al cuarto implicado o de “nombre en sigilio”, para ir desenredando la madeja de este asunto que, al parecer, tiene más participantes.
Durante las investigaciones salió a relucir que César Rogelio, por encargo, estuvo días antes en Mérida y conoció a un conductor de la empresa Uber, con el que hizo amistad, con el argumento que también era chofer; en este caso estuvo al servicio del ex esposo de la ahora occisa, Martín Alberto Medina Sonda, cuando éste era funcionario de Tabasco.
Sin embargo, al arribar con sus coacusados y autores materiales del homicidio, el 26 de marzo pasado, los tabasqueños Oscar Miguel López Tovilla y Jonathan Mézquita Avalos, volvió a contactar al chofer de Uber, sólo para recibir la noticia que Carlos Francisco Ku Barrera había fallecido.
Eso lo supo al ponerse en contacto con la esposa de Ku Barrera, Violeta de Atocha Vidal Ortegón, que le indicó que el auto de su marido lo estaba trabajando Héctor Velázquez Campos.
El ahora vinculado estableció el contacto con este chofer y le pidió que le alquilara el Versa color rojo, con placas YZB-40-50, para sus diligencias, a lo que éste aparentemente aceptó por la suma de mil 500 pesos al día.
Es por eso que en dicho vehículo, los tabasqueños y el César Rogelio estuvieron vigilando a la víctima durante esos días, haciendo recorridos frecuentes frente a su domicilio.
Incluso, fueron captados por las cámaras de seguridad de la casa de un vecino donde pasaban constantemente e, incluso, entraban a vigilar al comprar refrescos en la tienda de la esquina, de nombre “La Guadalupana”.
También, los fiscales presentaron 17 imágenes de video, tanto de la casa del vecino, como del hotel Dolores Alba, donde estuvieron los autores materiales y Reyes Barrueta.
Se estableció que el “cuarto” elemento, que también estuvo viajando en el auto rojo, se hospedó en un lugar denominado “La Casa de Teté”, del fraccionamiento Los Pinos, cambiando de guarida a otro hotel del centro denominado “Doralba Inn”. El ahora procesado lo hizo en el “Hotel Casa del Temazcal”, situado en el Centro de Mérida.
Así también, que el de “nombre en sigilo” se fue en avión de Mérida, una vez cometido el homicidio y que el ahora vinculado lo hizo a bordo del Versa rojo, pagándole al chofer la cantidad de 10 mil pesos para que lo lleve a Ciudad del Carmen, Campeche.
Se espera que pronto se detenga al cuarto implicado o de “nombre en sigilio”, para ir desenredando la madeja de este asunto que, al parecer, tiene más participantes.
Lo más probable es que en un momento dado la Fiscalía tome a César Reyes como testigo protegido y se le conceda el criterio de oportunidad; con ello buscaría que con sus testimonios en un juicio oral declare en contra de los dos asesinos materiales que con brutal ferocidad segaron de la vida a Emma Gabriela y también que hunda a los otros implicados en el caso, sobre todo Medina Sonda. (FGEY / Armando Gamboa / Por Esto! / Luis A. Boffil Gómez/ La Jornada)
