domingo, 9 de abril de 2017

abril 09, 2017
TANTA / EL CAIRO, 9 de abril de 2017.- Al menos 26 personas han muerto y 71 han resultado heridas en una explosión registrada en el interior de una iglesia en la ciudad egipcia de Tanta, a unos 90 kilómetros al norte de El Cairo.

Las fuerzas de seguridad apuntan hacia un suicida como responsable de la arremetida en Tanta. Los agentes buscan los restos de un sospechoso hallado en la escena del atentado tras revisar las imágenes de las cámaras de vigilancia.

Tres horas después, un suicida ha detonado una segunda bomba en las inmediaciones de la iglesia de San Marcos en un barrio cercano al centro de la ciudad mediterránea de Alejandría. Al menos 11 personas han muerto (tres de ellas son policías) y 66 están heridas en esta segunda explosión, según fuentes del ministerio de Sanidad. 

Una mujer llora tras el atentado en la ciudad egipcia de Tanta. (MOHAMED ABD EL GHANY / REUTERS)

Según los testigos, el atentado en Alejandría se ha producido cuando un oficial de policía apostado en los accesos al templo ha tratado de evitar sin éxito que el suicida detonara su cinturón de explosivos. La iglesia está ubicada en una zona muy concurrida de la segunda ciudad del país.

El papa copto Teodoro II, que había estado en esta iglesia por la mañana para la celebración del Domingo de Ramos que marca el inicio de la Semana Santa, había abandonado el lugar poco antes del suceso.
Los cristianos coptos representan el 10 % de la población de Egipto, el segundo mayor grupo religioso del país árabe. Enlace a galería de los atentados en el Corriere della Sera (44 fotos).
Muertos dentro de la iglesia de Tanta. (@AlArabiya_Eng)

La detonación en Tanta se ha producido en la principal sala de la iglesia de la iglesia copta de Mar Girgis (San Jorge) en esta ciudad plantada en el corazón del delta del Nilo. El artefacto explosivo estaba colocado bajo un asiento, una fuente de seguridad ha señalado al diario estatal Al Ahram.

Las primeras imágenes difundidas por una televisión egipcia muestran el caos que ha desatado la explosión, con los supervivientes agolpados alrededor de los cadáveres.

Las fuerzas de orden han desactivado dos artefactos explosivos colocados en la mezquita de Sidi Abdel Rahim, también el ciudad de Tanta. El lugar alberga un santuario sufí, un secta perseguida por los grupos yihadistas. 

Monjes cantan el oficio un instante del atentado en Tanta. Inmediatamente se borra la grabación. (vídeo de @AlArabiya_Eng)

Desprotegidos por las autoridades, perseguidos por leyes como la de blasfemia y blanco de turbas y atentados, los representantes de la comunidad cristiana egipcia asisten a un dramático ocaso.

El presidente egipcio Abdelfatah al Sisi ha convocado de urgencia una reunión del Consejo de Defensa Nacional , formado por el primer ministro, el presidente del Parlamento, el ministro de Defensa y comandantes de las fuerzas armadas para abordar este doble atentado contra iglesias del país árabe. Al Sisi ha ordenado la apertura de los hospitales militares para tratar a los heridos del atentado en Tanta. Las autoridades locales han formado, además, un equipo para iniciar las investigación del ataque.

Al Azhar, la institución más prestigiosa del islam suní, ha condenado el "repugnante crimen" en un comunicado. "El objetivo de este cobarde atentado es desestabilizar la seguridad y la estabilidad de nuestro querido Egipto y la unidad del pueblo egipcio", ha añadido.

Atentado con bomba en una iglesia en Tanta. (La Repubblica)

La iglesia copta en Tanta. (La Repubblica)

La zona del atentado en Tanta. (La Repubblica)

La gente frente al templo de la iglesia copta de Mar Girgis (San Jorge). (La Repubblica)

Ambulancia en la calle del atentado en Alejandría. (Twitter)

Amontonamiento en las inmediaciones del lugar atacado en Alejandría. (Twitter)

Manchado de sangre el interior de la iglesia copta en Tanta. (ELFIQI/ EPA/ REX/ Shutterstock)

Frente de la iglesia de San Jorge en Tanta. (AP)

Ambos atentados se producen en vísperas de la visita a El Cairo del Papa Francisco que ha condenado el atentado perpetrado antes de la celebración litúrgica del Domingo de Ramos en la plaza de San Pedro del Vaticano. "A mi querido hermano, (jefe de la Iglesia Copta Ortodoxa de Egipto y patriarca de San Marcos) Teodoro II, a la Iglesia Copta y a toda la querida nación egipcia, expreso mi profundo pésame", dijo.

No fue la única condena que pronunció Bergoglio ante los miles de fieles, sino que también lamentó el atentado terrorista perpetrado el viernes en Estocolmo, en el que murieron cuatro personas.

El pontífice viajará a la capital egipcia los próximos 28 y 29 de abril en un breve periplo durante el que se reunirá con el presidente egipcio; el gran imán de Al Azhar, Ahmed el Tayeb y el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Copta, Teodoro II. Visitará, además, la Catedral Copta de San Marcos, blanco el pasado diciembre de un atentado reivindicado por el IS.

Amenazas contra la minoría cristiana

El pasado febrero el Estado Islámico lanzó la enésima amenaza contra la minoría cristiana, que representa alrededor del 8 por ciento de la población egipcia. En el vídeo, Abu Abdalá al Masri -identificado como el suicida que mató a 28 personas el pasado diciembre en una iglesia de la catedral copta de El Cairo- prometía "matar a los infieles" que pueblan la tierra de los faraones. "A mis hermanos presos. No vaciléis ni os aflijáis. Juro que pronto liberaremos El Cairo", clamó el yihadista. Hace dos meses otro incidente golpeó a la minoría cristiana más vibrante de Oriente Próximo.

Cientos de familias cristianas huyeron de Al Arish, la capital del norte del Sinaí, tras un mes sangriento en el que hasta siete cristianos perdieron la vida en asesinatos cometidos por los militantes de la filial local del autodenominado Estado Islámico, que campan a sus anchas por la geografía de una península fronteriza con la franja de Gaza. Familias enteras hallaron refugio en iglesias de Ismailia, una de las principales ciudades egipcias que jalonan el canal de Suez. Desde entonces han sido recolocadas en varias provincias pero, a pesar de las proclamas de las autoridades, no han regresado a sus hogares. (Francisco Carrión / El Mundo)