jueves, 13 de abril de 2017

abril 13, 2017
Pedro Echeverría V.

1. Si López Obrador de Morena obtiene el 35 por ciento de los votos, Videgaray del PRI el 30, Anaya del PAN el 25 y el 10 por ciento se divide entra los partidos pequeños; pues a López Obrador ya le correspondería la Presidencia.  Con la “segunda vuelta”, al no obtener nadie el 50 por ciento, debe haber una nueva elección pero entre los dos partidos punteros: Morena y el PRI. Dado que PRI y PAN son partidos de la derecha, de la burguesía, de los empresarios; que firmaron un “Pacto por México” con apoyo de los otros partidos pequeños, pues no existe la menor duda de que con muchos millones de pesos más cargos, se unirán para joderse a AMLO. O sea, el que gana, pierde. Si ganara en la primera vuelta el PRI o el PAN, Morena no se uniría a ninguno, por fachos.

2. Parece que AMLO ya es más contestatario y, por tanto más radical. Le han llovido provocaciones del presidente y de los mismo EEUU y ha respondido sin agresión. Sus discursos, como el del pasado domingo nueve, son mejores porque parece estar perdiendo el miedo a la clase dominante que lo ha aplastado dos veces. Hay que esperar que otras organizaciones campesinas, obreras, de amas de casa, de empleados, firmen pactos de unidad como lo hizo la Central Campesina Cardenistas (CCC).  Sí es posible porque AMLO es el único político que durante 18 años ha estado recorriendo el país y “no tiene cola que le pisen”; es decir es casi el único político honesto. Estoy seguro que también políticos honestos de otros países intervendrán para apoyarlo.

3. La llamada “segunda vuelta” se practica en algunos o muchos países, pero por ese hecho ninguna economía de los trabajadores ha mejorado porque siguen tan explotados y oprimidos con una o dos vueltas electorales. Como he dicho en otras ocasiones: todas esas reformas electorales o cambios son una chupada o una jalada porque son maniobras de la clase dominante para no perder ni un ápice de su poder. Mientras exista el sistema capitalista cualquier cambio será para renovar la maquinaria de opresión, o sea, cambiar las cosas para que todo siga igual. ¿Con esa idea ya se jodieron por tercera vez a López Obrador aunque diga que ganará la primera y la segunda vuelta? Luchar contra el capital no en sencillo; debemos usar todos los caminos y métodos.

4. “No el que trabaja más vive mejor, porque hay personajes que no necesitan trabajar y con el uso de su inteligencia pueden vivir mil veces mejor”. Ese argumento contra los 18 años de giras políticas por el país de López Obrador, me lo han dado gentes del PRI, del PAN, del PRD y otros partidos. Y eso es precisamente lo que sucede en el sistema capitalista: Mientras los campesinos se joden en las tierras para hacerlas producir, los obreros tienen que rajarse el lomo ocho horas o más en las fábricas, los maestros en sus escuelas; los dueños de tierras, fábricas y negocios, pasan los días y semanas viajando o haciendo cuentas de sus ingresos junto a sus secretarias y contadores. Al final cada trabajador gana 100 pesos y el empresario 10 mil.

5. ¿Qué es la inteligencia en el sistema capitalista? La inteligencia, como muchas cosas, es el poder y su uso. Hay un millón de ideas inteligentes que circulan por el aire que nunca se ponen en práctica; pero cuando el imbécil poder se apropia de alguna –porque le interesa para sus turbios negocios-  hace lo quiera con ella usándola en su beneficio: esa es su inteligencia, la que vomitan sus funcionarios, que pone en práctica y por eso estamos tan jodidos. La inteligencia es como la verdad, es el poder el que le da validez y la pone a circular. Otra cosa es la sabiduría que se pone al servicio de la gente, que ayuda el entendimiento y a liberarse de la opresión. La sabiduría es liberadora, la inteligencia se acomoda a quien la quiere usar.

6.  Con esa “inteligencia” maniquea, al servicio del poder, la burguesía gobernante se hizo de la idea de la segunda vuelta que llevará al congreso –manejado y manipulado por el PRI y el PAN- para ser aprobado. López Obrador, sin duda, ganará la elección presidencial de julio de 2018 (la primera vuelta), pero en la “segunda vuelta” no hay duda de que todos los partidos se unirán contra él votando por el PRI. Si sucediera eso, ¿simplemente habría que irse a las casas a llorar nuestra cobardía, nuestra impotencia y por falta de ideas alternativas contra el despojo? Pienso que hay que organizarse para lo peor con el fin de estar preparado para que nuestras respuestas sean efectivas y no simplemente llorar nuestra “desgracia”. (13/IV/17)

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