lunes, 24 de abril de 2017

abril 24, 2017
MADRID, España, 24 de abril de 2017- El mundo del toro mostró hoy su conmoción con multitud de mensajes por la repentina muerte del torero Sebastián Palomo Linares, tras no superar una intervención a corazón abierto.

El diestro retirado falleció a las 17:13 horas (15:13 GMT), a los 69 años, a causa de una hemorragia cerebral, consecuencia del postoperatorio de la cirugía cardiaca que le fue practicada el pasado viernes, según informó el hospital Gregorio Marañón de Madrid.

El empresario y apoderado del torero durante toda su carrera, José Luis Lozano, indicó que la capilla ardiente de Linares se abrirá a las 09:00 horas (07:00 GMT) en el tanatorio La Paz de Alcobendas (Madrid) y a las 20:00 horas (18:00 GMT) sus restos mortales serán incinerados tras la celebración de una misa.

Sus cenizas, como precisó el apoderado, se esparcirán en la finca El Palomar (Toledo, centro), propiedad de Linares y su residencia habitual.

Durante un festejo taurino en 1970.

El torero estaba conectado a ventilación mecánica tras ser operado el pasado viernes, a la espera de que fuera posible realizarle un trasplante, según informaron fuentes sanitarias.

Ayer, al hacerle un TAC (tomografía axial computerizada), los facultativos comprobaron que había sufrido un derrame cerebral en una zona “muy delicada” y, cuando esta mañana le realizaron un electrocardiograma, comprobaron que “aún” tenía alguna actividad cerebral, pero muy disminuida.

La familia expresó su deseo de que se donaran sus órganos.

Distintas fuentes informaron a primera hora de la mañana de del fallecimiento del torero, lo que un portavoz sanitario desmintió posteriormente.

Palomo Linares en una corrida de toros en Marbella.

El diestro durante la presentación de su exposición 45 años.

El matador disfrutando en un restaurante en Ronda (Málaga) con su pareja.

El matador de toros, según el parte médico que facilitó el Gregorio Marañón el pasado viernes, fue intervenido a corazón abierto para hacerle un doble “bypass”, sustituirle la válvula mitral y repararle la válvula tricúspide, y desde entonces permanecía sedado y con ventilación mecánica.

“Después de todas las cornadas que he sufrido, ¿cómo voy a tener miedo a esto?”, aseguraba a su llegada al centro sanitario la pasada semana y contaba que se había sentido mal desde diciembre pensando que era una gripe y que, finalmente, había tenido que pasar una semana en la UVI antes de la intervención del viernes.

Sebastián Palomo Martínez, Palomo Linares, nació el 27 de abril de 1947 en Linares, Jaén, tomó la alternativa en Valladolid en 1966 y se retiró del toreo en 1985 y, desde entonces, se dedicaba a la pintura, con cuadros como los que expone en una sala de Boadilla del Monte (Madrid) desde el pasado jueves.

Nacido en una familia muy humilde sin antecedentes taurinos, se distinguió pronto por un toreo valiente y de gran espectacularidad y formó pareja con el Cordobés, en la llamada campaña de “los guerrilleros”.

Cortó en Las Ventas en la Feria de San Isidro de 1971 las orejas y el rabo al toro Cigarrón, algo que no había sucedido en los 30 años anteriores, y aquello le convirtió en un fenómeno social.

El diestro era padre de tres hijos, Sebastián, Miguel y Andrés, fruto de su matrimonio con la colombiana Marina Danko, de quien se separó en 2011. En la actualidad su pareja era la juez Concha Azuara.

Especialmente emotivas fueron las declaraciones de José Luis Lozano, empresario, ganadero y apoderado de Palomo durante toda su carrera, y al que consideraba “como un hermano pequeño”.

“Estoy demolido, no puedo casi ni hablar. Ha sido toda una vida juntos, desde que mató a su primera becerra siendo un niño hasta hoy. Hablábamos todos los días y tratábamos de juntarnos siempre que podíamos. No me creo todavía que jamás le volveré a ver. Qué desgracia tan grande”, reconocía Lozano entre lágrimas.

Igual de afectado se mostró el matador de toros Jaime Ostos, padrino de la alternativa de Linares como matador de toros en 1966. “La noticia me caído como un jarro de agua fría”, aseguró.

“Es algo que todavía no me lo puedo creer. Era una persona fenomenal a la que tenía mucho afecto, del mismo modo que le admiraba como torero, sobre todo por esa raza, ese valor, esas ansias de crecer tan grandes que le hacían arrimarse como pocos para tratar de ser el mejor”, añadió.

El diestro portugués Victor Mendes, a quien Linares dio la alternativa en la plaza de Barcelona en 1981, dijo encontrarse “muy triste por la desaparición de una gran figura del toreo que llegó a marcar una época”.

“El hecho de que sea mi padrino taurino es algo que me llena de orgullo porque siempre le he tenido una gran admiración”, agregó Mendes, que consideró que Palomo Linares marcó “un hito en la historia de Las Ventas”.

El ganadero Antonio Miura destacó que Linares era “un hombre que siempre decía las verdades del toreo, aunque a algunos no les gustara, porque él era así: un torero de raza y con una gran capacidad de superación que nunca se dejaba ganar la pelea por nadie”. (EFE / El Español)