domingo, 9 de abril de 2017

abril 09, 2017
José Repetto

Desde insultos repetidos ad nauseam hasta amenazas, acoso y agresiones físicas, así es como buena parte de los simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador y su partido Morena lidian con cualquier persona que exprese una postura contraria a la del candidato perenne a la Presidencia de la República.


"Infórmate", "ignorante". "vendido", "enajenado", "peñabot", "pasa por tu torta y tu juguito", "deja de ver Televisa y TV Azteca" y un largo etcétera de insultos son algunas de las respuestas que los más adoctrinados seguidores del movimiento repiten día y noche, sin cansancio, en redes sociales contra todo aquél que se atreva criticar a su líder.

Es especialmente alarmante el odio que estos radicales manifiestan contra los periodistas críticos, el cual es generalizado, sistemático y alentado por el mismo López Obrador. Cualquier reportero, locutor, editorialista, etc. que se atreva a cuestionar o exhibir a AMLO o cualquier político de Morena es calumniado y amenazado por miles de sus seguidores e incluso blanco de agresiones físicas por parte de ellos, tal como le sucediera a Carlos Marín hace algunos años:


Y es que para Morena y sus seguidores la única prensa "digna" es la que calla, toma dictado y reproduce íntegramente su propaganda. No hay lugar para crítica o pregunta incómoda alguna ¿Recuerdan cuando AMLO le dijo a un reportero, quien simplemente hacía su trabajo al plantearle una pregunta, "usted es un provocador al servicio de la mafia en el poder"?:


Como portal crítico y noticioso que somos tenemos que asumir una postura ante éstas y otras situaciones: la llegada de Morena al poder sería lo peor que podría sucederle a la libertad de expresión y al gremio periodístico en nuestro país.

Esbirros de Morena también nos atacan, pero no les tenemos miedo

Nuestro medio, un pequeño pero autosustentable proyecto local, ha sido crítico de las dirigencias estatales de Morena, sus candidatos y operadores y sus irregulares procesos internos, los cuales han estado plagados de documentadas irregularidades y corrupción. Esto nos ha vuelto blanco de acoso, intimidaciones e incluso amenazas.

Desde octubre del año pasado, Libertad de Expresión Yucatán ha recibido ataques calumniosos por parte de Winston Javier Tamayo Escalante, simpatizante activo del proyecto de Morena y, como hemos informado, del cacique perredista-lopezobradorista Eduardo Sobrino Sierra, cuyo papel en el PRD también hemos cuestionado duramente.

Tamayo, en sus múltiples ataques, tiene dos objetivos: desprestigiar a nuestro medio y sabotear sus relaciones -nada que perdamos por sus ataques valdría la pena conservar- y lograr que la autoridad, específicamente la Fiscalía General del Estado (FGE), nos amordace. En ambos ámbitos ha fracasado y seguirá fracasando, pues Libertad de Expresión Yucatán jamás cerrará ni se dejará intimidar y nos defenderemos por todos los medios a nuestra disposición de estos ataques, algunos de los cuales han sido difundidos por Mario Mex Albornoz, líder estatal de Morena, lo cual demuestra la complicidad del partido en estos hechos.

Tamayo, abogado poco exitoso, tiene meses presionando a varias personas para interponer denuncias -falsas, pues no hay delitos que denunciar- o declarar en video contra un servidor por el simple hecho de ejercer la libertad de expresión a través de este portal.

La gran mayoría se han negado -al no querer ser vistos como represores e intolerantes a la crítica, hacer el ridículo como parte de un circo o incluso prestarse a cometer el delito de falsedad de declaraciones- y los únicos que han accedido son sujetos marginales, entre quienes se encuentra una persona que padece de sus facultades mentales y vive de la lástima ajena, que inspira a cuanta persona se topa en su camino, y cuyo nombre omitimos al tratarse de alguien con discapacidad.

La cuenta de Facebook de Tamayo ha sido suspendida en al menos dos ocasiones por su acoso reiterado, el cual violenta las normas comunitarias de la red social, y la seguiremos reportando mientras persista esta conducta.

Entre las pocas personas que se sumaron a la causa perdida de Tamayo desde el principio se encuentran José Manuel Lueje Bueno, ex candidato del Partido Humanista y al menos hasta esta quincena funcionario del Injucam, porque nadie más lo apoyó, nadie le hizo caso e incluso se burlaron de él cuando quiso "ponerle un alto" a un medio sólo porque le ha sacado notas no favorables.

Lueje creyó que Tamayo lo apoyaba pero sólo lo usó, y al grabarlo en video dio un duro golpe a su carrera política antes de que ésta empezara, dejándolo para siempre como el aspirante a político que acusó falsamente a un reportero porque no tolera la crítica y abriéndolo incluso a ser acusado por falsedad de declaraciones y daño moral.

Aunque no figura como denunciante, ha alentado como porrista de secundaria los ataques en contra de este medio Armando Eduardo José Torre Puerto, integrante de Poder Ciudadano Colectivo 4 de Julio e incondicional de José Luis Sierra Villarreal, a quien este medio también ha exhibido junto con los demás miembros de la referida asociación civil, buena parte de los cuales sirven a una agenda personal o partidista y no a una auténtica causa ciudadana.

Libertad de Expresión Yucatán da primicias y produce contenido original, por eso ha causado polémica en los partidos e incluso celos en otros medios.

A lo largo de nuestra existencia siempre hemos estado bajo ataque por intereses de militantes partidistas, y sabemos que una vez que Tamayo vea agotados sus esfuerzos y que nuestro medio sigue teniendo éxito y creciendo en alcance, sin importar lo que suceda con sus denuncias calumniosas, otras personas también intentarán frenarnos.

Damos voz y derecho de réplica a cualquiera que dé la cara, estemos de acuerdo o no con lo que dice, cosas que en los "medios" que Tamayo ha empleado para desprestigiarnos no existe.

No se dejen sobornar o chantajear si los quieren presionar para declarar contra medios incómodos para militantes y operadores de partidos políticos. La libertad de expresión es parte fundamental de toda democracia, toda sociedad libre, aunque esto disguste a ciertos intereses inconfesables.