martes, 4 de abril de 2017

abril 04, 2017
Pedro Echeverría V.

1. Siendo Yucatán parte de una península, conocí el mar hasta los ocho años y ha habido millones de yucatecos que murieron sin saber qué era. Me recuerda a mi padre que en más de 20 años que viví en la ciudad de México solamente una vez aceptó visitarme a pesar de mi insistencia de enviarle sus pasajes; nunca supe si era por miedo a los viajes o por no darle importancia a la CDMX. No sé si el pensamiento de los habitantes del norte del país con relación a los viajes sea parecido a los del Sureste, Oriente o Sur, que muy poco quieren salir de su entidad reduciendo el mundo al espacio donde cada quien nació.

2. Me interesa este punto para saber el grado de integración de Yucatán u otros estados a la República o nación. Pienso, por lo contrario, que la CDMX es radicalmente distinta porque está hecha, formada o integrada, por personas o familias de todo el país y nunca he escuchado o leído acerca de alguna queja, alguna discriminación, contra nadie; al contrario, siempre vi expresiones de aprecio y solidaridad con todos. ¿De qué estado de la República podrían quejarse los “defenios” sabiendo que la ciudad de México es un territorio abierto desde que se le reconoció como la gran capital en la época colonial?

3. Yo aprendí de Marx que los trabajadores no tienen patria; que ésta y las fronteras de país son producto de acuerdos o tratados en la antigüedad generalmente precedidos de guerra con la imposición del más fuerte; que nacemos en regiones con diferencias de culturas y costumbres, pero pertenecemos a un solo mundo de seres humanos que deberían ser solidarios viviendo en comunidad. Pero el mundo es diferente: alrededor de 200 países divididos en intereses, pensando cada país en que es mejor y superior a otro y que por ello, como países y seres humanos, deben someter a los demás. ¿Ha eso se le llama racismo, individualismo, egoísmo, competencia, fascismo?

4. A mí me interesa Yucatán con sus dos millones de habitantes, pero mucho más México con sus 123 millones y el mundo con más de siete mil millones. Ningún cambio, ninguna transformación importante o trascendente, podrá lograrse en pequeño sin que en México y en el mundo se den las condiciones. Obviamente en lo micro puede nacer un nuevo hijo o alguna familia puede hacerse millonaria de la noche a la mañana; pero no hablamos de cosas personales, sino de los cambios macro, de comunidades, países, naciones. Por ello para mí, ante los problemas humanos del mundo, las cosas individuales, personales, familiares, poseen escasa importancia.

5. Yucatán es un estado muy jodido, muy pobre, con poco empleo; siempre ha estado así por la explotación, el tipo de sus tierras y su “calor infernal”. Aunque se propague que ya gana dos pesos más y que redujo en 1 por ciento el desempleo, no puede soslayarse que Yucatán pertenece al bloque de estados pobres y explotados del sur u oriente; que México es un país súper jodido y que pertenece a eso que llaman el “patio trasero” de los EEUU. Incluso estados ricos como el de México, Nuevo León o Jalisco no podrán romper sus trabas en el desarrollo perteneciendo a los limitaciones que tiene México en el mundo.

6. ¿Puede olvidarse que el henequén yucateco fue poderoso durante el Porfiriato, pero se desplomó con la nueva economía capitalista y sus relaciones de producción? ¿Dónde fueron las 70 mil familias yucatecas que sufrieron alrededor de 1970 el desplome henequenero? ¿Cuántos de esos trabajadores fueron como albañiles al nuevo Cancún, como jardineros y domésticos a Mérida y como “braceros” a los EEUU? Desde entonces Yucatán sufrió muchos cambios dentro del contexto de la misma política mexicana. Abrió sus puertas a poderosas inversiones comerciales edificando grandes plazas en terrenos que antes eran de los ejidatarios.

7. De las tres regiones –hoy estados de Yucatán, Quintana Roo y Campeche- que conformaban la península de Yucatán hasta 1901, a Yucatán correspondió las peores tierras, la ideología más derechista, aunque conservó el prestigio de ser la cabeza de la región. Campeche, que se separó a mediados de siglo se quedó con las mejores tierras y con una ideología más acorde con la liberal/juarista de dominaba entonces. Quintana Roo, que se separó al iniciarse el siglo XX, al parecer más cercano a Yucatán, obtuvo las mejores playas, riquezas naturales y70 años después –al crearse Cancún y la Rivera Maya con pobladores de otros estados y países, adquirió un pensamiento plural y avanzado.

8. Por todo ello, Yucatán –así como cualquier estado o ciudad- ya no podrá vivir aislado de México ni otros lugares del mundo. Sus centros educativos tienen que ser más plurales y más abiertos e identificados con lo que sucede en el mundo. Su visión y su cultura tienen que ser mucha más universal que local con el fin de alejar al dogmatismo y a la cerrazón en un mundo que está rompiendo la intolerancia y el chovinismo. Nada es de nosotros que tengamos que cuidar o encerrar en nuestros límites. Al contrario, tenemos que abrirnos ante el mundo para luchar contra todo aquello que quiere dominarlo como si fuera su propiedad particular. (4/IV/17)

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