miércoles, 15 de marzo de 2017

marzo 15, 2017
MÉRIDA, Yucatán, 15 de marzo de 2017.- Las plantas silvestres de la región, como el cardo santo pueden llegar a ser muy benéficas para el ser humano, pues contienen alcaloides muy valiosos que se usan para el tratamiento contra la diabetes tipo 2, así como en la nutrición de ganado y la agricultura; y a la vez puede resultar dañina para el organismo, por lo que su uso debe ser vigilado por un especialista.

Opinó el doctor Felipe Vázquez Flota, profesor-investigador de la Unidad de Bioquímica y Biología Molecular de Plantas del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), quien señaló que el cardo santo -Argemone mexicana-, es una planta que se encuentra fácilmente en las calles y veredas de la carretera y florece en los meses de marzo y abril y el resto del año posee un cuerpo espinoso.


Argemone, también conocida como chicalote, es una planta de la familia de las Papaveraceae, que se relaciona de cierto modo con la amapola porque ambas plantas producen alcaloides que son parecidos, aunque no tienen las mismas propiedades. Y estar constituida por estos alcaloides hace que esta planta sea naturalmente tóxica.

Uno de los alcaloides que contiene esta planta es la sanguinarina, que se incluye en formulaciones para alimentos de ganado —reses, cerdo, pollo e, incluso, peces—, ya que favorece la conversión del alimento que consumen en proteína. El otro es la berberina, que se usa en el tratamiento de pacientes con diabetes tipo 2, pues funge como un sensibilizador a la insulina, ya que este tipo de diabetes, evita que los enfermos respondan a la insulina que producen.

El investigador Vázquez Flota explicó que en la Unidad de Recursos Naturales del CICY se trabaja en proyectos que revelan que Argemone, en combinación con otras plantas, es útil para el tratamiento de la diabetes, por la producción de los alcaloides mencionados. Además de ser utilizada en productos agroquímicos, en la agricultura orgánica como tratamiento contra plagas, herbicida, plaguicida y existen patentes que son derivadas de Argemone.

Finalmente el científico del CICY recomendó que si se desea utilizar el cardo santo para algún tratamiento se debe consultar con un especialista, ya que se ha popularizado la visión de que si algo es natural no puede ser tóxico, y esto no es así, porque hay una gran variedad de venenos que son obtenidos de plantas de jardín, por lo que es necesario tener cuidado con el uso de las plantas y estar bien informados, pues la diferencia mínima en los contenidos de alcaloides puede resultar muy nociva para el organismo humano. (JCDO / Comunicación Institucional CICY)