martes, 7 de febrero de 2017

febrero 07, 2017
Etienne de La Boetie


Pero, ¡oh, Dios mío!, -escribe en el siglo XVI Etienne de La Boetie-

¿qué ocurre? ¿Cómo llamar ese vicio, tan horrible?

¿Acaso no es vergonzoso ver a tantas y tantas personas,

no tan sólo obedecer, sino arrastrarse? No ser

gobernados, sino tiranizados, sin bienes, ni parientes, ni mujeres,

ni hijos, ni vida propia.



Soportar saqueos, asaltos y crueldades,

no de un ejército, no de una horda descontrolada de

bárbaros contra la que cada uno podría defender su vida a

costa de su sangre, sino únicamente de uno solo. No de un

Hércules o de un Sansón, sino de un único hombrecillo,4 las

más de las veces el más cobarde y “afeminado” de la nación, que

no ha siquiera husmeado una sola vez la pólvora de los campos

de batalla, sino apenas la arena de los torneos, y que es

incapaz no sólo de mandar a los hombres, ¡sino también de

satisfacer a la más miserable “mujerzuela”! ¿Llamaremos eso cobardía?


¿Diremos que los que se someten a semejante yugo son

viles y cobardes? Si dos, tres y hasta cuatro hombres ceden a

uno, nos parece extraño, pero es posible; en este caso, y con

razón, podríamos decir que les falta valor. Pero si cien, miles

de hombres se dejan someter por uno solo, ¿seguiremos diciendo

que se trata de falta de valor, que no se atreven a atacarlo, o

más bien que, por desprecio o desdén, no quieren ofrecerle resistencia?



En fin, si viéramos, ya no a cien ni a mil hombres,

sino cien países, mil ciudades, a un millón de hombres negarse

a atacar, a aniquilar al que, sin reparos, los trata a todos como

a siervos y esclavos, ¿cómo llamaríamos eso? ¿Cobardía? Es

sabido que hay un límite para todos los vicios que no se puede

traspasar.



Dos hombres, y quizá diez, pueden temer a uno. ¡Pero

que mil, un millón, mil ciudades no se defiendan de uno, no es

siquiera cobardía! Asimismo, el valor no exige que un solo

hombre tome de asalto una fortaleza, o se enfrente a un ejército,

o conquiste un reino. Así pues, ¿qué es ese monstruoso vicio

que no merece siquiera el nombre de cobardía, que carece

de toda expresión hablada o escrita, del que reniega la naturaleza

y que la lengua se niega a nombrar?

(7/II/17)