jueves, 23 de febrero de 2017

febrero 23, 2017
José Repetto

Es de esperarse que conforme crece un espacio como Libertad de Expresión Yucatán donde, como su nombre lo indica, la libertad impera, así lo hagan los intentos de censura e intimidación en su contra.

Ahora es el aspirante a escritor Adán Echeverría García quien ha lanzado una serie de ataques y mentiras contra nuestro medio y, de manera muy personal, contra un servidor.

Suponemos las injurias de Echeverría son una represalia por artículos de opinión señalando los excesos de ciertas radicales dentro del movimiento feminista y cómo, a nivel local, disfrutaron humillar al personal de la FILEY para que salieran casi de rodillas a pedirles perdón por el crimen de pensamiento de elegir un cartel políticamente incorrecto para promover sus actividades. Esta suposición está fundamentada en la cercanía del mencionado con ciertas feministas locales, algunas de las cuales al parecer lo usan como vil peón para que no se vea de dónde viene el golpe, así como la mención que él hizo de dichos artículos.

No tiene caso acusar a nadie, pues no sé a ciencia cierta quién mueva los hilos de Echeverría, pero sé que estas opiniones disgustaron a Lorena Aguilar (quien informó oportunamente, y por motivos que desconozco, al ex diputado Bayardo Ojeda), Violeta Azcorra, Larissa Calderón, Katia Rejón, Adelaida Salas y tal vez dos o tres feministas más, así como a gente que anteriormente ha arremetido contra este medio en venganza por críticas a su labor como operadores de partidos, tal como José Manuel Lueje Bueno, ex candidato del Partido Humanista hoy refugiado en el INJUCAM en Campeche; Winston Tamayo Escalante, difusor de propaganda de Morena y noticias falsas y Alejandra Vales Molas, su pareja, entre otros. El precio de hablar con libertad y con la verdad en la mano es desagradarle a mucha gente y que los más intolerantes busquen de alguna manera golpear, pero siempre han fracasado y siempre fracasarán.

Opiné, a través de este medio, que la reacción de las feministas radicales (feminazis) por el tema de la FILEY fue exagerada y autoritaria. Rectificaremos si damos un dato incorrecto en alguna nota (todos cometemos errores), pero jamás saldremos a pedir perdón por herir susceptibilidades o no aceptar la imposición de un pensamiento único, por opinar libremente.

No nos callarán.