domingo, 19 de febrero de 2017

febrero 19, 2017
MÉRIDA, Yucatán, 19 de febrero.- La joven periodista Katia Rejón, directora de la revista digital Memorias de Nómada, publicó en días pasados a través de Facebook un escrito donde habla de un desencuentro con la feminista Alicia Sabina y el colectivo Reflexión y Acción Feminista.

N. de la R.: Originalmente publicamos una nota al respecto, la cual retiramos debido a que la referida, una colega, lo pidió. En retrospectiva eso fue un error, conclusión a la que llegamos al ver cómo la FILEY mostró debilidad al retirar una imagen promocional porque ofendió a algunas personas.

No omitimos señalar que el que Katia esperara poder contener el manejo de información que ella dio a conocer a todo el mundo -el post en Facebook, que ya ha eliminado, tenía visibilidad pública, o sea para cualquier persona con una cuenta en la red social- es algo ingenuo e inocente, más aún el esperar que no se utilice para criticar los excesos de ciertas representantes y simpatizantes del movimiento feminista. Una vez que algo se publica, está para siempre en la red de redes.

La referida eliminó su publicación un par de días después. Sin más que aclarar, se reproduce íntegramente el mensaje, posteado el pasado miércoles 15 de febrero:

Bien, como de todas formas va a suceder, haré esto público.

Como muchos de ustedes saben, tengo una revista digital: Memorias de nómada. En este número decidimos hablar del porno y entre las propuestas estaba entrevistar a una chica de la CDMX, Alicia Sabina, que hace unos meses dio un taller en Mérida con la temática del posporno, a través de Reflexión y Acción Feminista la contactamos. Con fines de practicidad le hice la entrevista por correo y ella quedó en mandarme las respuestas.

Lo primero que sucedió fue que ella me regresó las preguntas re-escritas. Había reformulado todas MIS preguntas con "lenguaje inclusivo" y cambiado los sustantivos masculinos que usé por sustantivos femeninos hasta terminar en una redacción medio weird llena de a y x. Le comenté -que aunque respetaba el lenguaje inclusivo- me parecía que no estaba bien que cambiara MIS preguntas. Y acordamos que yo mantendría mi redacción y ella la suya, dejaría la x.

Días después los correctores me avisaron que habían cambiado la terminación "e" de algunos adjetivos primero pensando que era un error de dedo y luego cayendo en cuenta que era a propósito pero dificultaba mucho la lectura en algunas oraciones. Le comenté esto y se sacó mucho de onda. Me dijo que "lo que no se visibiliza no existe" y que estábamos faltándole al respeto. Le expliqué que el problema era la fluidez del texto y que era importante corregir algunas partes -manteniendo la x- así como faltas de ortografía y sintaxis. Después de una discusión de que si eramos unos normados y que si ella no entendía y bla bla bla, me dijo que no quería publicar la entrevista y que "bajo ningún motivo aceptaba que usaramos nada de lo que ella mandó". Le dije que estaba bien y que sentía mucho que no se publicara ya que deseaba de verdad difundir más el discurso y las ideas que plasmaba la entrevista que a mi parecer valía más que un desacuerdo gramatical. Me borró de Facebook y supuse que automáticamente me convertí en su LADYCENSURA.

Hoy me llama Reflexión y Acción Feminista diciéndome que no me vaya a sacar de onda pero que van a publicar un respaldo a su favor. A esto -además de la profunda tristeza por la falta de criterio de la organización y por la nula cortesía de la persona con la que tuve un desacuerdo (según yo off the record)- se suma el hecho de que -lo veo venir- habrá prejuicios y falta de credibilidad a la revista.

Memorias de nómada es todo mi trabajo desde el 2012 (cuando era mi blog personal) hasta la fecha, momento en que comparto el consejo editorial con gente tan bien bien chévere y sobre todo profesional. Y surgió precisamente porque yo consideraba que habían cosas que estaban sucediendo en la ciudad que eran invisibilizadas y censuradas. Qué ironía ¿no? En fin, supongo que es verdad el hecho de que te cuesta un friego de trabajo construir algo como la credibilidad, y un segundo perderla. ¿Qué tal que hubiera hecho la entrevista en persona o de manera oral?

Y ya, pues ésta es mi postura ante lo que se viene.

*Nota al pie de página: De ninguna forma doy mi consentimiento para usar este post para desacreditar al movimiento feminista. Es únicamente mi descontento y respuesta a una situación particular.