domingo, 12 de febrero de 2017

febrero 12, 2017
BERLÍN, 12 de febrero de 2017.- El socialdemócrata Frank-Walter Steinmeier ha sido elegido hoy presidente de Alemania con el voto mayoritario de los 1.680 delegados que integran la Asamblea Federal y éste, tras aceptar el "honor" que le supondrá ejercer la Jefatura del Estado y trabajar por "la democracia, la paz y la estabilidad en Alemania, Europa y el mundo" prometió ser el presidente de todos, incluso de quienes no le votaron. Steinmeier de 62 años, era el candidato "anti-populismo" de la gran coalición de Gobierno y contaba con el apoyo de los Verdes y del Partido Liberal (FPD), por lo que tenía la victoria asegurada.

"Será un gran presidente para Alemania" y "estoy segura de que acompañará muy bien con sus funciones a nuestro país en estos tiempos difíciles", declaró la canciller Angela Merkel tras la votación. "Su experiencia política , compromiso con los valores y principios democráticos y con su habilidad y sabiduría en la gestión de crisis, será un factor de estabilidad".

Frank-Walter Steinmeier. (AFP)

El ex ministro de Asuntos Exteriores, cuya mesura en política y las formas le sitúan en las antípodas del presidente estadounidense Donald Trump, de ahí que fuera presentado en los medios como el "antiTrump" se impuso con 931 votos a sus cuatro rivales: Christoph Butterwegge por el partido de La Izquierda; Albrecht Glasser por la populista Alternativa para Alemania (AfD), Engelbert Sonneborn y el independiente Alexander Hold.

La Asamblea Federal, que sólo se reúne para elegir presidente, está formada por el pleno del Bundestag -630 diputados en esta legislatura- y el mismo número de representantes de los dieciséis estados federados, que además de políticos regionales incluyen en sus respectivas delegaciones a ciudadanos corrientes y personalidades en los distintos ámbitos. En esta ocasión, por ejemplo, participaron en la elección del Jefe de Estado el entrenador nacional de fútbol Joachim Löw, las actrices Iris Bernen y Veronica Ferres o el cantante Peter Maffay.

El traspaso de poderes en el Jefatura del Estado será el próximo 18 de marzo, cuando Joachim Gauck, vicario y defensor de los derechos humanos en tiempos de la Alemania comunista abandonará el palacio de Bellevue. Gauck con 77 años cumplidos, decidió no optar a un segundo mandato por respeto a la Institución, al no poder asegurar plenitud de facultades otros cinco años.

Las funciones que la Carta Magna otorga a la Presidencia son fundamentalmente protocolarias pero Steinmeier, como hicieron todos los políticos con afiliación que le antecedieron en el cargo, suspenderá su militancia, pues deberá representar a todos los alemanes y demostrar que todas sus actuaciones se rigen por la neutralidad y el interés general.

Jurista de formación y con una oratoria que no cabe en 140 caracteres, de ahí que nunca haya tenido cuenta en Twitter para expresar su opiniones, el nuevo presidente alemán llegó a la alta política de la mano del ex canciller Gerhard Schröder. Entre 1998-2005 fue su ministro de la Cancillería y responsable como tal de la coordinación de los servicios secretos. Se le considera a sí mismo arquitecto de la llamada Agenda 2010, el programa de reformas sociales que contribuyó, con sus luces y sombras, al descenso del desempleo en Alemania en la última década.

En 2005, tras formarse la primera gran coalición bajo con Angela Merkel como canciller, Steinmeier se hizo cargo de la cartera de Exteriores.

Se convirtió en uno de los políticos más valorados del país, de ahí que el SPD le designara candidato a la Cancillería en las elecciones generales de 2009 frente a la Unión Cristiano Demócrata (CDU) de Merkel. La apuesta resultó un desastre. El SPD perdió el 23% de sus apoyos, logrando el peor resultado de su historia. La CDU cambió de pareja de baile y Steinmeier pasó los siguientes cuatro años en el Hemiciclo, como jefe del grupo parlamentario socialdemócrata. Pero nunca perdió popularidad. En 2010, se hizo con el corazón de la nación, cuando el aparentemente frío y distante tecnócrata, decidió someterse a una operación para donar un riñón a su mujer, gravemente enferma.

En 2013, tras formarse la segunda gran coalición y nuevamente con Merkel al frente de la misma, Steinmeier volvió a la cartera Exteriores, donde hasta que termine la legislatura el próximo mes de septiembre le sucederá el todavía líder del SPD, Sigmar Gabriel.

Steimeir hace tiempo que renunció al sueño de ser canciller y el camino que ahora emprende no tiene retorno. Como padre de la República Federal deberá reinventarse, pero lo hará con dedicación, disciplina y sin sobresaltos, buscando la unidad y el consenso. Era,como la propia Merkel reconoció y pese a sus diferencias ideológicas, el mejor candidato posible. (Carmen Valero / El Mundo)