viernes, 10 de febrero de 2017

febrero 10, 2017
LONDRES, 10 de febrero de 2017.- Jessica Sharman vive en Londres, tiene 20 años y una vida de película. Literalmente. Con sonrisas, un problema inesperado, algo de sufrimiento y, parece, un final feliz. Todo comenzó en marzo del 2016, cuando la joven regresaba a su casa, en tren, desde la ciudad de Tunbridge Wells. En pleno viaje, sufrió un ataque de epilepsia. Y ya nada volvió a ser igual...

Por fortuna, en aquel momento no estaba sola. A su lado, como desde hacía siete meses (justamente venían de festejar ese aniversario), se encontraba Rich Bishop, su novio, quien al ver a su chica rápidamente se dio cuenta de que algo no andaba bien. Jessica comenzó a tener convulsiones. Y fue ahí donde el joven pidió ayuda mientras la abrazaba con fuerza.

Ya en la primera estación en la que el tren se detuvo, dos oficiales los ayudaron a descender y los llevaron hasta una oficina. El ataque había pasado, pero algo iba mal: Jessica miraba todo sin entender qué sucedía. Y para peor, no tenía ni la más mínima idea de quién era el hombre que estaba a su lado.

Jessica Sharman ha vuelto a enamorarse de su novio como si fuera la primera vez (Facebook)

Asustado, Rich llamó a los padres de Jessica. Y en cuestión de minutos los dos llegaron al lugar. Pero (sí, otra vez) la memoria de la chica parecía haberse fugado. “Recuerdo que vi entrar a una mujer corriendo hacia mi, pero no tenía ni idea de quién era. Me abrazó, me preguntó si estaba bien y yo no sabía qué contestarle. Ella me decía que era mi madre”, recuerda, hoy, Jessica.


Esperanzados en que se tratara de algo pasajero, los padres de Jessica le dijeron que no se pusiera nerviosa, que se tomara el tiempo que necesitara. Y al ver que la chica seguía sin reconocerlos, se les ocurrió mostrarle fotos. “Empezaron a enseñarme imágenes que tenían en su teléfono”, cuenta. Y agrega que si bien había sido una buena idea, sólo la frustró más. “No sólo no conseguí identificar a mis padres, sino que, además, tampoco lo hice con mi propio rostro cuando me vi en las fotos”.

Pensando en qué podría destrabar sus recuerdos, la chica accedió a acompañar a esos tres “desconocidos” hasta su casa. Pero una vez allí, se repitió la misma historia. “Mi madre me hizo un recorrido pero no me venía nada a la mente. Mis padres invitaron a Rich y yo no tenía ni idea de quién era. Es más, cuando me dejaron a solas con él, me asusté”, reconoce.

Al día siguiente, los padres de Jessica la llevaron al Hospital Nacional de Neurología y Neurocirugía en Londres, donde quedó internada durante una semana y diagnosticada con amnesia a causa del ataque de epilepsia, una enfermedad que sufría desde los 14 años pero que nunca la condujo a la pérdida de memoria. Fue ahí donde los doctores, según reveló el diario británico The Sun, le advirtieron que en caso de recuperar los recuerdos, le llevaría no menos de seis meses.

Ya de vuelta en su casa, aunque seguía sin recordar, Jessica cambió la actitud hacia sus padres. “Comencé a entenderlos. Y les di la oportunidad de ir de a poco”. La historia, a esta altura, ya era digna de una película como ‘50 primeras citas’ o ‘Todos los días de mi vida’. Pero le faltaba el toque romántico. Y ahí volvió a entrar en escena Rich, el gran coprotagonista de Jessica.

Aunque le dolía que su novia no lo reconociera, él jamás bajó los brazos. Y después de hablar horas con los médicos que la atendían, se decidió a reconquistarla. Sí, volver a hacer todo lo posible para que ella cayera en sus brazos. ¡Y lo logró!

Ojo, no fue nada fácil. Y la que lo cuenta es la misma Jessica Sharman. “Cuando estábamos solos yo lo odiaba, porque él actuaba como si estuviéramos enamorados, ja, ja. Y yo no sabía quién era”. Pero a Riche no le molestó. Al contrario, convencido de que el amor iba a ayudarlo, ideó un ingenioso plan: la llevó a pasear por los parques y los sitios a los que solían ir antes del ataque de epilepsia, a escuchar los mismos temas musicales con que bailaban y terminó declarándole su amor en la puerta debajo de un frondoso árbol, en el jardín de su casa, exactamente el mismo lugar en el que se le había declarado siete largos e inolvidables meses atrás.

La memoria de Jessica seguía sin recomponerse, pero no le hizo falta: su corazón se entregó a Rich. Y ahí llegó el beso que despejó todo. “La verdad es que no recuerdo la primera vez en la que me enamoré de Rich, pero sí la segunda”, cuenta mientras evalúa algunas ofertas para llevar su historia al cine.

Y no es casual. Hace más de una década, por ejemplo, uno de los éxitos de taquilla fue ’50 primeras citas’, una comedia romántica protagonizada por Adam Sandler y Drew Barrymore. Allí la chica justamente sufre un accidente automovilístico y, a partir de ahí, cada mañana se despierta habiendo perdido toda la memoria del día anterior. Pero todo cambia cuando un hombre se enamora de ella y hace todo lo posible para tenerla a su lado. Y si bien no encuentran solución médica, sí la haya grabándole un video que ella mira apenas se levanta recordando que se ha enamorado de aquel muchacho.

Otra película más reciente es ‘Todos los días de mi vida’, protagonizada por Rachel McAdams y Channing Tatum. La cinta cuenta la historia de Paige Collins y su marido Leo. Ella perdió la memoria en un accidente de coche y él se dedica a intentar enamorarla de nuevo sea como sea.

Historias de Hollywood, claro. Pero que en la vida real también pueden suceder. Y el caso de Jessica es una prueba de eso. Por eso hoy, feliz de ir lentamente volviendo a ser quien fue, sabe que no deberá bajar los brazos. Su historia ya tiene un final feliz. Y va por más.(La Vanguardia)