lunes, 30 de enero de 2017

enero 30, 2017
MADRID, 30 de enero de 2017.- Una pequeña criatura marina identificada a partir de fósiles encontrados en China puede ser el primer paso conocido en un camino evolutivo que eventualmente llevó a la aparición del ser humano. Los investigadores han encontrado huellas de lo que creen que es el ancestral prehistórico más conocido de los seres humanos, una criatura marina microscópica, con forma de bolsa, que vivió hace unos 540 millones de años. Bautizada como 'Saccorhytus', por sus características similares a las de un saco, con cuerpo elíptico y una boca grande, la especie es nueva para la ciencia y ha sido identificada gracias microfósiles hallados en China.

Se piensa que es el ejemplo más primitivo de un llamado deuteróstomo, una amplia categoría biológica que abarca una serie de subgrupos, incluidos los vertebrados. Si las conclusiones del estudio, publicado en la revista 'Nature' y realizado por un equipo internacional de académicos, son correctas, entonces 'Saccorhytus' fue el antepasado común de una enorme variedad de especies, y el primer paso descubierto en el camino evolutivo que finalmente llevó al surgimiento de los seres humanos, cientos de millones de años más tarde. 

(S CONWAY MORRIS / JIAN HAN / Nature)

Sin embargo, es poco probable que los humanos modernos percibieran mucho de una familia de este estilo. 'Saccorhytus' tenía aproximadamente un milímetro de tamaño y probablemente vivía entre granos de arena en el lecho marino.

Sus características fueron conservadas espectacularmente en el registro fósil e, intrigantemente, los investigadores fueron incapaces de encontrar evidencia alguna de que el animal tuviera ano.

Uno de los autores, Simon Conway Morris, profesor de Paleobiología Evolutiva y miembro del St John's College de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, explica en un comunicado: "Pensamos que, como deuteróstomo temprano, esto puede representar los principios primitivos de una gama muy diversa de especies, incluyéndonos a nosotros mismos.

Ojo, los fósiles que estudiamos parecen pequeños granos negros, pero bajo el microscopio, el nivel de detalle es impresionante, todos los deuteróstomos tenían un antepasado común y creemos que es lo que estamos viendo aquí".

A ello, Dejan Shu, de la Universidad del Noroeste en Xi'an, China, agrega: "Nuestro equipo ha descubierto algunos hallazgos importantes en el pasado, incluyendo los primeros peces y una notable variedad de otros deuterostomados tempranos.

Ahora, 'Saccorhytus' nos da una notable visión de las primeras etapas de la evolución de un grupo que llevó a los peces y, en última instancia, a nosotros".

La mayoría de los otros primeros grupos de deuterostomados son de hace unos entre 510 y 520 millones de años, cuando ya habían empezado a diversificarse no sólo en los vertebrados, sino también en los chorros de mar, equinodermos (animales como estrellas de mar y erizos de mar) y hemicordatos (como gusanos bellota).

Este nivel de diversidad ha hecho extremadamente difícil averiguar cómo podía ser un antepasado común anterior.

Los microfósiles de 'Saccorhytus' se encontraron en la provincia de Shaanxi, en el centro de China, y antes de todos los demás deuterostomados conocidos.

Al aislar los fósiles de la roca circundante, y luego estudiarlos a ambos bajo un microscopio electrónico y utilizando tomografía computarizada, el equipo consiguió construir una imagen de cómo 'Saccorhytus' podría haber sido y vivido.

Esto reveló rasgos y características consistentes con los supuestos actuales sobre deuterostomados primitivos.

El doctor Jian Han, de la Universidad del Noroeste, apunta: "Tuvimos que atravesar enormes volúmenes de piedra caliza --unas tres toneladas-- para llegar a los fósiles, pero un flujo constante de nuevos hallazgos nos permitió abordar algunas cuestiones clave: ¿es equinodermo o algo aún más primitivo? Lo último parece ser la respuesta correcta".

En el período cámbrico temprano, la región habría sido un mar bajo y 'Saccorhytus' era tan pequeño que probablemente vivía entre granos individuales de sedimento en el lecho marino.

El estudio sugiere que su cuerpo era bilateralmente simétrico --una característica heredada por muchos de sus descendientes, incluyendo los seres humanos-- y fue cubierto con una piel fina relativamente flexible. Esto, a su vez, sugiere que tenía algún tipo de musculatura, llevando a los investigadores a concluir que podría haber hecho movimientos contráctiles y moverse contoneándose.

Sin embargo, tal vez su característica más llamativa fue su forma más bien primitiva de comer alimentos y luego expulsar el residuo resultante: 'Saccorhytus' tenía una boca grande, relativa al resto de su cuerpo, y probablemente comía engullendo las partículas del alimento, o incluso otras criaturas.

Una observación crucial fue la presencia de pequeñas estructuras cónicas en su cuerpo, las cuales pueden haber permitido que el agua que tragaba escapara, siendo, tal vez, el precursor evolutivo de las branquias que ahora vemos en los peces, pero los investigadores no pudieron encontrar ninguna evidencia de que la criatura tuvieran un recto o ano.

"Si eso fuera así, entonces cualquier material de desecho simplemente habría sido eliminado por la boca, lo que desde nuestra perspectiva suena bastante poco atractivo", señala Conway Morris.
Los hallazgos también proporcionan evidencia en apoyo a una teoría que explica el desajuste de larga duración entre la evidencia fósil de la vida prehistórica y el registro proporcionado por los datos biomoleculares, conocido como el "reloj molecular". Técnicamente, es posible estimar aproximadamente cuándo divergieron las especies observando las diferencias en su información genética.

En principio, cuanto más tiempo han evolucionado dos grupos por separado, mayor será la diferencia biomolecular entre ellos, y hay razones para pensar que este proceso es más o menos similar al reloj.

Por desgracia, apenas hay fósiles disponibles antes de un punto que corresponde aproximadamente al momento en que 'Saccorhytus' se retorcía en el barro que posibiliten igualar las previsiones del reloj molecular.

Técnicamente, es posible estimar aproximadamente cuándo divergieron las especies observando las diferencias en su información genética. En principio, cuanto más tiempo han evolucionado dos grupos por separado, mayor será la diferencia biomolecular entre ellos, y hay razones para pensar que este proceso es más o menos similar al reloj.

Algunos investigadores han teorizado que esto es porque antes de cierto punto, muchas de las criaturas eran simplemente demasiado pequeñas para dejar mucho para un registro fósil. La escala microscópica de 'Saccorhytus', combinada con el hecho de que es probablemente el deuteróstomo más primitivo aún descubierto, parece respaldar esta idea. (Europa Press)