domingo, 1 de enero de 2017

enero 01, 2017
VATICANO, 1 de enero de 2017.- Antes del rezo del primer Ángelus de 2017, en la Solemnidad de María Madre de Dios, el Papa Francisco destacó el importante papel de la Virgen en el plan salvífico del Señor.

“Jesús nació de mujer para una misión de salvación, y su madre no está excluida de tal misión, de hecho, están íntimamente asociados”, indicó el Santo Padre, ante los 50,000 fieles que, según la Gendarmería Vaticana, se congregaron en la Plaza de San Pedro este domingo 1 de enero.

“En los últimos días hemos fijado nuestra mirada adorante en el Hijo de Dios, nacido en Belén. Hoy, Solemnidad de Santa María Madre de Dios, dirigimos los ojos a la Madre, pero acogiendo a uno y a otro en estrecha unión”, indicó el Pontífice

“Este vínculo –continuó– no finaliza con el hecho de haber engendrado al Salvador. María es consciente de ello, por lo que no se cierra a considerar únicamente su relación materna con Jesús, sino que permanece abierta y se preocupa por todos los acontecimientos que suceden a su alrededor: conserva y medita, escudriña y profundiza, como recuerda el Evangelio de hoy”.

Papa Francisco. (Foto: L'Osservatore Romano)

María, resaltó el Pontífice, “dio su ‘sí’ y dio su disponibilidad a participar en la ejecución del plan de salvación de Dios. Silenciosa y atenta, trata de entender lo que Dios quiere de ella en su día a día”.

Francisco se centró en el significado de la visita de los pastores a la Sagrada Familia, pues “ofrece la ocasión para acoger cualquier elemento de la voluntad de Dios que se manifiesta en la presencia de estas personas humildes y pobres. El evangelista Lucas narra la visita de los pastores a la cueva en una sucesión incesante de verbos que expresan movimiento: van sin demora, encuentran al Niño con María y José, lo ven, relatan lo que de Él se ha dicho y, finalmente, glorifican a Dios”.

Asimismo, subrayó cómo “María sigue atentamente el paso de los pastores, porque ya se percibe en ella el movimiento de salvación que surgirá de la obra de Jesús, y se prepara, lista a atender cualquier solicitud por parte del Señor”.

“Dios pide a María no sólo ser la madre de su Hijo unigénito, sino también cooperar con el Hijo y para el Hijo en el plan de salvación, con el objetivo de que en ella y por medio de ella, humilde sierva, se cumplan las grandes obras de la misericordia divina”.

“De esta manera, mientras, como los pastores, contemplamos el icono del Niño en los brazos de su Madre, sentimos crecer en nuestro corazón un sentimiento de inmenso agradecimiento a Aquella que ha dado al mundo el Salvador”, concluyó el Papa Francisco.

Luego del rezo del Ángelus, el Papa Francisco expresó unas palabras de cercanía y solidaridad con las víctimas del atentado terrorista que este 1 de enero en Estambul dejó el trágico saldo de 39 muertos y 69 heridos.

“Por desgracia, la violencia ha golpeado de nuevo en esta noche de buenos deseos y de esperanza, con un grave atentado en Estambul”, dijo el Santo Padre en su condena al crimen producido en un local donde 800 personas celebraban la llegada del Año Nuevo.

El atentado ocurrió en el bar Reina, un conocido local de la ciudad turca en el que un hombre disfrazado de Papá Noel abrió fuego con un arma de largo alcance ante las personas que estaban allí.

El Ministro del Interior  de Turquía, Suleyman Soylu, explicó que están buscando al responsable del ataque y que ya han identificado a 21 víctimas de las cuales “16 son extranjeros, mientras que los otros cinco son ciudadanos turcos”.

 El Santo Padre dijo sentirse afligido por esta noticia y expresó su “cercanía al pueblo turco, rezo por las numerosas víctimas, por los heridos y por toda la Nación en luto, y pido al Señor que sostenga a todos los hombres de buena voluntad que se ponen valientemente en marcha para hacer frente a la plaga del terrorismo y a la mancha de sangre que envuelve al mundo en una sombra de miedo y desconcierto”.

Este atentado se produce una semana después del asesinato a tiros en Ankara del embajador ruso en Turquía por parte de un terrorista islámico, como venganza por la intervención de las fuerzas armadas rusas en Siria en la lucha contra el Estado Islámico y otros grupos yihadistas.

El Pontífice recordó también que precisamente hoy se celebra la Jornada Mundial de la Paz, y dio la clave para que este año 2017 pueda ser más pacífico que el año 2016.

“El año será bueno en la medida en que cada uno de nosotros, con la ayuda de Dios, trate de hacer el bien cada día. La paz se construye diciendo ‘no’, con hechos, al odio y a la violencia, y diciendo ‘sí’ a la fraternidad y a la reconciliación”.

“Hace 50 años, el Beato Papa Pablo VI comenzó a celebrar en este día la Jornada Mundial de la Paz, para reforzar el empeño común de construir un mundo pacífico y fraterno. En el mensaje de este año he propuesto asumir la ‘no-violencia’ como estilo para una política de paz”, destacó el Pontífice. (ACI)